Falleció Mons. Mattia Yu Chengxin, obispo subterráneo de Hanzhong
Pasó diversos años en arresto domiciliario y luego fue obligado a realizar trabajos forzados. Fue nombrado obispo coadjutor de Hanzhong, cuando su hermano, Mons. Bartolomé Yu fue arrestado en 1989. Sufrió un Acv, luego se retiró, también para custodiar la lograda comunión en la diócesis entre oficialistas y subterráneos.
Hanzhong (AsiaNews)- Mons. Mattia Yu Chengxin, obispo coadjutor emérito de Hanzhong (Shaanxi) murió el 7 de diciembre pasado a la edad de 90 años. Su funeral fue celebrado ayer en la iglesia de Xiaozhai (condado de Chengguo), en coincidencia con el 28° aniversario de la ordenación del difunto.
Mons. Luigi Yu Runchen, obispo oficial de Hanzhong presidió la ceremonia fúnebre.
Mons. Mattia Yu Chengxin era un obispo subterráneo, no reconocido por el gobierno. Por esto, su título episcopal fue citado sólo en la homilía, pero no fue escrito en ningún aviso o cartel durante la misa fúnebre, concelebrada por 31 sacerdotes, en su mayoría de la diócesis. Según fuentes católicas locales, este silencio no fue debido a particulares presiones de las autoridades civiles. En la homilía, Mons. Luigi Yu definió al difunto como “monseñor”.
Mattia Yu nació en una familia católica el 27 de diciembre de 1927. Es hermano menor de Mons. Bartolomé Yu, también él obispo de Hanzhong, que murió en 2009. Una hermana de ellos es religiosa, Yu Rongjie y aún vive. Los tres obispos fueron aprobados por la Santa Sede, solo Luigi Yu fue reconocido por el gobierno.
El obispo Mattia estudió en el seminario de Hanzhong en 1950 y entró en el seminario en 1956 en el seminario regional de Kaifeng (Henan), pero el seminario fue cerrado dos años después de las Tres autonomías (por la edificación de una Iglesia nacional y autónoma de la Santa Sede- Ndr). Durante la Revolución cultural (1966-1976) él estuvo en arresto domiciliario, luego fue enviado a un lager de trabajos forzados (“Reforma a través del trabajo”).
En 1980, después de las aperturas de Deng Xiaoping y el reinicio de la vida religiosa, él fue ordenado sacerdote y puesto como director espiritual y docente de latín en el seminario subterráneo de S. José en Hanzhong. Es recordado como una persona jovial, capaz de visitar las parroquias en bicicleta para administrar los sacramentos a sus fieles.
Mons. Mattia fue ordenado obispo secretamente en 1989. Una declaración leída durante el servicio fúnebre y firmada por todos los sacerdotes de Hanzhong, afirma que “él jamás ejercitó su ministerio episcopal y jamás permitió a otros de llamarlo obispo, ni jamás se presentó con las insignias episcopales, ni en privado ni en público. Él se consideró y siempre sirvió a la Iglesia como sacerdote”.
Algunos fieles dicen que el difunto obispo era un “obispo auxiliar” y no “coadjutor”.
Las diversas opiniones y declaraciones reflejan la difícil historia de la diócesis, por mucho tiempo divididas entre oficiales y subterráneos.
Mons. Mattia Yu fue ordenado en secreto como obispo coadjutor de Hanzhong por Mons. Li Zhenrong de Xianxian el 12 de diciembre de 1989, después que su hermano, Mons. Bartolomé Yu Chenggti, como obispo no oficial de Hanzhong fue arrestado en noviembre del mismo año, durante una pesada presión contra las comunidades subterráneas en toda China: las autoridades habían descubierto que los obispos subterráneos se habían reunido en secreto como “conferencia episcopal”, en el así llamado “encuentro de Sanyuan”.
Una autorizada fuente eclesial, dice a AsiaNews, que fueron poderosos esfuerzos de Mons. Antonio Li Duan, obispo oficial de Xian (Shaanxi), a alentar a su querido amigo, Mons. Bartolomé Yu, a reconstruir en el año 200 la comunión en la diócesis.
En 2005, poco tiempo antes de la muerte de Juan Pablo II, el cambio en la vida de la diócesis de Hanzhong: Mons. Luigi Yu pidió ser reconciliado con el Papa y la S. Sede. La misa fúnebre por el santo polaco fue también una ceremonia de reconciliación porque por la primera vez después de decenios Mons. Bartolomé y Mons. Luigi han concelebrado la Eucaristía.
Hasta su muerte, Mons. Bartolomé fue el ordinario de la diócesis; en 2009, después de la muerte de Mons. Luigi Yu lo sucedió en el gobierno de Hanzhong.
La fuente confiable afirma que “en un encuentro diocesano, Mons. Mattia tomó la iniciativa de retirarse y de no hacer valer su status episcopal sufrió un Acv que le creó problemas de movilidad. Cuando Mons. Bartolomé murió, Mons. Mattia ya estaba paralizado y no podía ocuparse ni de sí mismo menos a la diócesis.
La declaración leída durante el servicio fúnebre dice que Mons. Mattia “conocía bien sus capacidades y la realidad de su diócesis. Él ofreció sus sufrimientos, yendo contra las expectativas de algunos, pero cumpliendo la voluntad de Dios”.
En este año 2017, en la Iglesia de China murieron 9 obispos. En 4 de las diócesis interesadas, el gobierno chino no permitió aún la ordenación de los candidatos nombrados por el vaticano o no ha reconocido a los sucesores ordenados secretamente en el pasado sin la aprobación del gobierno. Esto está creando aún mayores dificultades al diálogo entre China y la Santa Sede, que habría finalizado justamente si se resolviese el espinoso problema de los nombramientos episcopales.
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