Falleció Bao Tong, el dirigente comunista que se convirtió en disidente democrático

de Li Qiang

Fue el primer colaborador del ex secretario general del partido Zhao Ziyang. Ambos cayeron en desgracia por oponerse a la masacre de la Plaza de Tiananmen en junio de 1989. Después de años en prisión y bajo arresto domiciliario, se convirtió en un prolífico polemista pro democrático. Su hija explicó que todavía albergaba "esperanzas" para China.

Beijing (AsiaNews) - Bao Tong, estrecho colaborador del ex secretario general del Partido Comunista Chino Zhao Ziyang, falleció ayer en la capital. Ambos habían caído en desgracia por defender a los jóvenes que protestaron hace 33 años reclamando libertad y democracia

Inmediatamente después de la masacre de la plaza de Tiananmen en Beijing, el 4 de junio de 1989, en la que murieron miles de personas a manos de las Fuerzas Armadas, las autoridades arrestaron a Bao, quien se convirtió en el funcionario de más alto rango del régimen en ir a la cárcel por los hechos de esos días. Junto con Zhao, se había opuesto al uso de la fuerza contra los manifestantes que salieron a las calles tras la muerte del líder reformista Hu Yaobang, y en momentos en que se estaba produciendo la desintegración del imperio soviético.

En 1992 un tribunal lo condenó a siete años de cárcel por revelar secretos de Estado y actos contrarrevolucionarios. Las autoridades lo liberaron en 1996 y lo pusieron bajo arresto domiciliario. Desde entonces, Bao se ha transformado en un prolífico polemista a favor de la democracia, sometido a la perpetua vigilancia del aparato de seguridad.

Junto con el Premio Nobel de la Paz Liu Xiaobo, es uno de los autores de la Carta 08, un documento publicado en 2008 donde se pedía al gobierno mayor democracia y respeto a los derechos humanos. Bao escribió también una carta abierta a los líderes comunistas invitándolos a explicar de qué manera la apelación violaba la ley china.

En sus años como activista, Bao también trabajó para rehabilitar la figura de Zhao, que fue víctima de una purga en junio de 1989 por decisión del líder supremo Deng Xiaoping y terminó bajo arresto domiciliario hasta su muerte en 2005. Según Deng, Zhao debía ser destituido por sus posiciones demasiado conciliadoras con respecto a los manifestantes.

Crítico de Xi Jinping, Bao escribió que los hechos de Tiananmen sentaron las bases del actual sistema de "pensamiento único": un estado policial donde al ciudadano se le inculca el mantra: "Sigue al Partido y prosperarás; si te opones a él morirás”.

Cuando publicó en Twitter la noticia de la desaparición de su padre, Bao Jian explicó que el disidente todavía albergaba "esperanzas" para China. Cuando cumplió 90 años, el 6 de noviembre, Bao quiso transmitir palabras de aliento: “Los seres humanos viven historias muy pequeñas en este mundo. No importa si tengo 90 años. Lo que importa es el hoy y el futuro por el que todos debemos luchar. Tienes que hacer todo lo que esté a tu alcance. Hacerlo hoy y hacerlo bien”.

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