Explotación de los uigures: 12 multinacionales japonesas dispuestas a romper con los chinos

Forman parte del grupo de 80 grandes marcas acusadas de hacer negocios con empresas de Xinjiang que explotan el trabajo forzado. El gigante Toshiba cesará sus vínculos a fin de año. Estados Unidos y Gran Bretaña ya aplicaron restricciones a las importaciones de algodón chino.

Tokio (AsiaNews/Agencias) - Al menos 12 grandes grupos de empresas japonesas se disponen a cortar sus lazos con las empresas chinas de Xinjiang que explotan el trabajo forzado de los uigures y otras minorías musulmanas. El gigante Toshiba cesará toda relación a fin de año. Esto es lo que se desprende de una investigación de Kyodo News publicada ayer.

Según el Australian Strategic Policy Institute (ASPI), 83 grandes marcas internacionales -entre ellas 14 empresas japonesas- se benefician directa o indirectamente de los trabajadores uigures explotados dentro y fuera de Xinjiang.

Llueven las acusaciones contra China a raíz de su sistema de campos de concentración para mantener a la población uigur y kazaja bajo control. Según datos de algunos expertos, corroborados por las Naciones Unidas, hay más de un millón de uigures y otras minorías de habla turca y fe islámica detenidos arbitrariamente en Xinjiang, el territorio al que la población local llama el "Turquestán Oriental".

Las revelaciones de la prensa también han puesto de manifiesto la existencia de campos de trabajo en la región autónoma china, donde supuestamente se emplea a cientos de miles de musulmanes a la fuerza, principalmente en la cosecha del algodón. Los chinos desmienten todas las acusaciones y sostienen que los campos de Xinjiang son centros de formación profesional y proyectos orientados al alivio de la pobreza.

Estados Unidos y Gran Bretaña ya aplicaron restricciones a las importaciones de algodón y otros bienes producidos en Xinjiang; hasta ahora, Tokio no había adoptado medidas similares. De las 14 empresas japonesas acusadas de explotar a los uigures, sólo Panasonic se negó a responder a las preguntas de Kyodo News. Todos los demás grupos negaron que estuvieran realizando negocios con contrapartes chinas implicadas en trabajos forzados o bien dijeron que no podían verificar las acusaciones respecto a sus proveedores en Xinjiang.