Explanada, una escalada preocupante, declaró un activista palestino. La cuestión no resuelta de la ocupación
Hoy se produjeron nuevos enfrentamientos en la ciudad vieja entre palestinos y fuerzas de seguridad, con un saldo de al menos veinte heridos y siete arrestos. Ataques israelíes en Gaza durante la noche en respuesta al lanzamiento de misiles. Adel Misk: la situación está "empeorando", alimentada por reiteradas "provocaciones". Al-Aqsa una "línea roja" infranqueable.
Jerusalén (AsiaNews) - Una situación “que está empeorando” y es fuente de “gran preocupación”, alimentada por las reiteradas “provocaciones” de los últimos días por parte del gobierno y los colonos israelíes, que han “lanzado” repetidas “invasiones” de la Explanada de las mezquitas. Adel Misk, médico neurólogo y activista palestino, comentó en estos términos la escalada de las tensiones entre israelíes y palestinos que se ha ido extendiendo y ahora incluye a Jerusalén y la Franja de Gaza. “Para nosotros al-Aqsa -señaló a AsiaNews - es una línea roja que nadie puede cruzar, son provocaciones que no podemos tolerar”.
Fuentes de la Media Luna Roja informan un saldo de veinte palestinos heridos en los enfrentamientos que se produjeron esta mañana en la Explanada con las fuerzas de seguridad israelíes. La mayoría serían víctimas de intoxicación debido a los gases lacrimógenos. La prensa palestina también habla de un manifestante alcanzado por una bala de goma. Mientras tanto, la policía arrestó a siete palestinos en Jerusalén Este, a los que se acusa de haber lanzado ayer cócteles molotov desde la mezquita de al-Aqsa.
Adel Misk, portavoz de The Parents Circle, asociación que agrupa a unos 250 israelíes y 250 palestinos familiares de víctimas del conflicto, observa con preocupación lo que está ocurriendo desde "el ataque del viernes pasado a la mezquita, del que fue testigo el mundo entero". "Pisotear a las personas que oran, impedir el acceso, golpear a las personas que están rezando, mujeres y niños" significa "no respetar ninguna ley, ni política ni religiosa". Es un día que "debería estar reservado a la oración, en el mes de Ramadán", en el que suelen participar "entre 300 y 400.000 personas. Esta vez solo había unas 30.000 y sólo de Jerusalén", en su mayoría ancianos, porque "se había impedido el ingreso desde los Territorios y Cisjordania". La tensión, añade, había recrudecido por la Marcha de las banderas, con la que el Gobierno y los colonos quieren "afirmar su supremacía" sobre la ciudad santa y más allá, "desafiando, humillando y pisoteando" todos los derechos.
Por su parte, Israel atacó dos veces el centro de Gaza durante la noche, en respuesta a los cohetes que había lanzado Hamás desde la Franja. Al menos cuatro fueron interceptados por el sistema de defensa antiaéreo del estado judío. Ayer por la tarde la policía israelí bloqueó el acceso al barrio musulmán de la ciudad vieja, para evitar nuevos enfrentamientos tras las tensiones de los últimos días. Desde hace más de un mes Israel y Cisjordania son escenario de una creciente violencia, que se ha intensificado a medida que se acercan las principales festividades cristianas, musulmanas y judías (Ramadán y Pascua). Esta es la deriva armada más sangrienta desde la guerra relámpago de mayo de 2021 en la Franja.
El secretario general de la ONU Antonio Guterres se refirió a las tensiones y afirmó que estaba "profundamente preocupado" por el progresivo "deterioro" de la situación. Dijo también que se mantenía en contacto con las partes para "reducir las tensiones". El llamamiento cayó en oídos sordos y el ministro de Defensa israelí, Benny Gantz, prometió una "respuesta extremadamente dura" a las "actividades terroristas". Hamas respondió de inmediato, advirtiendo a Israel a través de un portavoz: "Estamos solo al comienzo de la batalla". En un intento de aliviar la tensión, Jordania convocó una reunión regional de emergencia que también incluye a los Emiratos Árabes Unidos.
"El problema de fondo de las tensiones -dice Adel Misk- es la cuestión de la ocupación" que impide cualquier posibilidad de paz, en un contexto internacional que parece haber descartado el problema. “Por desgracia ya no se habla de la cuestión palestina. Los acontecimientos de las últimas semanas, el apoyo de Occidente y Estados Unidos a Ucrania, invadida por Rusia, aumenta la indignación. No es envidia - concluye -, pero es difícil entender por qué los ucranianos tienen derecho a defenderse y a nosotros, que llevamos "décadas" de ocupación, nos llaman terroristas si reaccionamos. Y mientras tanto, han muerto 24 personas sólo en estos 22 días de Ramadán”.
17/12/2016 13:14