Exiliado norcoreano: primero los derechos humanos, después el diálogo con Kim sobre el tema nuclear
Para Ji Seong-ho, actual parlamentario del Sur, hacer lo contrario significa construir un "castillo de arena". Confianza en la nueva administración estadounidense de Joe Biden. Con la economía del Norte en graves dificultades, es el momento apropiado para presionar a Pyongyang.
Seúl (AsiaNews) - Las conversaciones para detener el programa nuclear de Corea del Norte no tendrán futuro si no se aborda primero el problema de los derechos humanos en Corea del Norte. Así lo afirmó, en una reciente entrevista concedida a Yonhap, Ji Seong-ho, un exiliado del Norte que desde abril es miembro del parlamento surcoreano en las filas del Partido Conservador, la principal fuerza de oposición al gobierno de Moon Jae-in.
Ji perdió una pierna y un brazo en un accidente de tren en 1996, en la época de la gran hambruna que mató a millones de norcoreanos. Fue atropellado por una locomotora cuando intentaba robar carbón. Huyó al sur en 2006 y dirigió una organización humanitaria antes de ganar un escaño en el Parlamento.
El disidente considera que pedir la "desnuclearización" de Corea del Norte sin obtener antes que se respeten los derechos humanos significa construir "un castillo de arena". Dice estar convencido de que la nueva administración estadounidense no cometerá ese error. Según varios observadores, el presidente electo Joe Biden será más duro que Donald Trump con respecto a los abusos de Pyongyang.
La comunidad internacional acusa al régimen de Kim Jong-un de graves violaciones de derechos humanos. Ji señala que los campos de prisioneros para disidentes políticos siguen activos en el norte. Su padre fue torturado hasta morir por las autoridades norcoreanas y no quiere que otros terminen de la misma manera.
Él cree que este es un buen momento para presionar a Kim. La economía de Corea del Norte se encuentra en una situación desesperada, como reconoció el propio hombre fuerte de Pyongyang, quien habló abiertamente del "fracaso" de los planes económicos actuales. El líder norcoreano anunció nuevas medidas para invertir el rumbo; según Ji, las nuevas disposiciones no serán suficientes para apaciguar el descontento de la población.