Excomulgado el higúmeno Sergio, el ‘Rasputín de los Urales’

de Vladimir Rozanskij

El tribunal eclesiástico de Ekaterinburg redujo al estado laical al starets,que accusa a la dirigencia de la Iglesia y del Estado de haber provocado una “pseudo-pandemia”. Testimonios de abusos de niños para su educación espiritual. El monasterio del starets está rodeado por la policía y vigilado por “milicias voluntarias” de sus muy fieles. Crecen los casos de Covid-19 en Rusia y en Asia central.

Moscú (AsiaNews) - El tribunal eclesiástico de la eparquía ortodoxa rusa de Ekaterimburgo, en los monte Urales, decidió condenar a lo starets Sergio (Romanov), reduciéndolo al estado laical. El monje de Verkhoturja había maldecido a la dirigencia política y eclesiástica, que imponían las medidas de protección por el Covid-19, que Sergio llamaba “pseudo pandemia”, y sobre todo rechaza reconocer la autoridad del patriarca y de los obispos ortodoxos. Por sus críticas a menudo lo llamaban “el Rasputín de los Urales”, por el nombre del intrigante monje del tiempo de los zares.

La excomunión fue comunicada a los periodistas por el presidente del tribunal, el protoierej mayor, P. Nicolás Malet, párroco de la catedral de la SS. Trinidad (v. Foto).

En el decreto se declara que la condena de Romanov se debe “a la violación del juramento sacerdotal, de los votos monásticos y de numerosos cánones de la Iglesia ortodoxa”, elencados en el documento. La Iglesia ortodoxa no tiene un Código de derecho canónico, pero reconoce los cánones de los concilio ecuménicos de los primeros siglos. El p. Nicolás reveló que en las sesiones fueron evaluadas también numerosos testimonios que hablan de violencia contra niños que son educados en el territorio del monasterio femenino de Sredneuralskij, del cual Sergio es el director espiritual, para “obtener el paraíso” los niños serían regularmente azotados y acosados con otros castigos corporales.

En mérito a las violencias contra los menores, el tribunal eclesiástico envió los documentos al poder judicial civil, que a su vez podría tomar decisiones muy drásticas, comprendida la reclusión del ex higúmeno. La decisión de la excomunión y de la reducción al estado laical fue enviada para la confirmación al patriarca de Moscú, Cirilo (Gundjaev). el starets condenado tendrá la posibilidad de apelar al tribunal eclesiástico de Moscú.

Los vértices de la eparquía de Ekaterinburgo expresaron también la esperanza que la higúmena Varvara, expulsada por Sergio, vuelva a su monasterio. La abadesa es la única persona que conserva el status canónico necesario para la guía de la comunidad de las monjas. El monasterio podría sufrir medidas punitivas, éste está aún en manos del excomulgado Sergio, rodeado de “milicias voluntarias” de sus seguidores. El metropolitano de Ekaterinburgo Cirilo (Nakonechnyj) prometió “reportar el monasterio bajo el control de la Iglesia ortodoxa, en espíritu de paz y en el respeto de las leyes canónicas”, junto a las otras comunidades y propiedades controladas por Romanov.

La mayor parte de las monjas expresó la intención de permanecer al propio starets, sin querer conceder a otros el monasterio. El lugar está controlado también por numerosas fuerzas de policía, pero hasta ahora no se han verificado incidentes. Los devotos de Sergio pidieron a los vértices eclesiásticos “convocar un Concilio local de la Iglesia rusa” para discutir sobre la cuestión, como en los tiempos del cisma de los viejos-creyentes en la Rusia de mitad del Seiscientos.

No obstante las protestas y las maldiciones del “Rasputín de los Urales”, la situación del coronavirus en Rusia continúa dando preocupaciones; nuevos focos de casos de infectados se verificaron en las regiones septentrionales de Rusia y en la “capital del norte” de San Petersburgo. Los datos oficiales son 667 mil contagiados (casi 7 mil nuevos casos en 1 día); con 9859 muertos. No menos graves son las olas de la pandemia en los países del centro de Asia, sobre todo en Kazajistán y Kirguistán, no lejos de la zona rusa de Ekaterinburgo.