Está llegando el decimosexto tifón del año: 4.000 ambientalistas filipinos piden que se declare la emergencia climática
Cáritas y representantes diocesanos también se unieron a la marcha mundial por la justicia climática en Quezon City. Mientras se está desarrollando la COP29, el país donde se encuentra la sede del fondo de apoyo a los Países afectados por el cambio climático (FRLD) se prepara para la llegada del tifón Man-yi, tras el paso de Ofel. Ya hubo más de 250 víctimas en 2024.
Manila (AsiaNews) – Los 4.000 ambientalistas que hoy participaron en la marcha mundial por la justicia climática en Quezon City piden al gobierno filipino que se declare la emergencia climática. Mientras tanto, el archipiélago asiático espera a Man-yi, el 16º tifón del año, que podría azotar las regiones orientales durante el fin de semana, y en Bakú, Azerbaiyán, se está desarrollando la 19ª Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (COP29). Los manifestantes pidieron la eliminación gradual de los combustibles fósiles, más financiación global para reducir las emisiones nocivas y medidas para adaptarse a las consecuencias del cambio climático. También participaron en la marcha Cáritas Filipinas, el área de desarrollo social de la Conferencia de Obispos Católicos (CBCP), y otros representantes de centros diocesanos de acción social, ministerios de ecología integral, congregaciones y organizaciones religiosas.
Esta medida daría prestigio a los líderes climáticos del país, que en julio de 2024 fue elegido como sede del Fund for responding to Loss and Damage (FRLD), instituido por la Cop y la Cma (Meeting of the Parties to the Paris Agreement), cuyo mandato incluye "una atención particular a la gestión de las pérdidas y los daños para ayudar a los países en desarrollo particularmente vulnerables a los efectos adversos del cambio climático a hacer frente a las pérdidas y daños económicos y no económicos asociados a los efectos adversos del mismo".
En los últimos seis meses las tormentas, tifones y fuertes ciclones tropicales - entre ellos Carina, Enteng, Julian, Leon, Kristine y Marce - han dejado en Filipinas un saldo de más de 250 personas muertas y causaron daños que superan los 25.000 millones de pesos (más de 400 millones de euros). El último tifón, Usagi (Ofel es el nombre local), se ha debilitado en las últimas horas, tras azotar las ciudades del norte, sobre todo Baggao, destruyendo numerosas viviendas. Ahora se dirige hacia Taiwán, pero no hay tregua. Según la Administración de Servicios Atmosféricos, Geofísicos y Astronómicos de Filipinas, Man-yi se está intensificando en el Pacífico occidental y podría convertirse en un supertifón en las primeras horas del domingo. Está previsto que mañana comiencen las evacuaciones preventivas de los vecinos de las zonas afectadas por este nuevo temporal.
Como señala Reuters, el mes pasado la tormenta tropical Trami y el tifón Kong-rey causaron grandes inundaciones y provocaron deslizamientos de tierra, dejando 162 muertos y 22 desaparecidos, según datos del gobierno. La Agencia Meteorológica de Japón dijo que este mes se produjeron simultáneamente cuatro tempestades en el Océano Pacífico occidental, un fenómeno que ocurre por primera vez desde que comenzaron los registros en 1951. En 2013 el tifón Haiyan, uno de los más fuertes jamás registrados, azotó la ciudad central de Tacloban y mató a más de 6.000 personas. Cada año azota Filipinas un promedio de 20 tormentas tropicales que traen intensas lluvias, vientos muy fuertes y deslizamientos de tierra mortales.
Los ambientalistas piden que se tomen medidas inmediatas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y ayudar a prevenir la catástrofe ecológica que pone en peligro el planeta y todos los seres vivos, declaró Jing Rey Henderson, funcionario de Cáritas Filipinas. Es fundamental reconocer la interconexión de todos los organismos vivos y la responsabilidad de protegerlos. “También reconocemos el derecho inalienable de la naturaleza a existir y prosperar, para que pueda cumplir su función de preservar el medio ambiente en el que todos los seres vivos pueden existir”, añadió.
Por eso es de primordial importancia declarar una emergencia climática. Esto significa, en primer lugar, reconocer que todo el ecosistema y la humanidad están en peligro de extinción, y que se necesitan medidas rápidas y calculadas para mitigar o detener los efectos irreversibles del cambio climático. En segundo lugar, para mantener el objetivo de no superar el aumento de 1,5°C en la temperatura global hasta 2030. Con este fin, todos los sectores deben tomar medidas coordinadas y planificadas, con el gobierno como principal responsable.
El país también debe reducir las emisiones en varios sectores, así como el uso del suelo. Y es esencial proteger las selvas y otros ecosistemas naturales, como los océanos, que funcionan como reservorios de carbono cruciales y contribuyen a la eliminación del dióxido de carbono de la atmósfera. Por último, es fundamental sostener y proteger el bienestar de las poblaciones indígenas, los defensores ambientales y las comunidades locales que actúan como custodios y conviven pacíficamente con el medio ambiente circundante. La producción y el consumo sostenibles desempeñan un papel crucial para establecer leyes como las que se han propuesto sobre la gestión alternativa de minerales y derechos de la naturaleza, orientadas a la gestión sostenible de los residuos y de los recursos naturales.
20/12/2021 13:35
27/10/2020 12:15
04/01/2020 18:32
05/10/2022 14:26
05/09/2018 18:28