Está libre Đoàn Thị Hương, única imputada por el homicidio del hermano de Kim Jong-un

Fue acusada de arrojar al rostro a Kim Jong-nam un potente gas nervioso. La joven pensó que se trataba de una broma televisiva. Hương arriesgaba morir en la horca: se declaró culpable de un delito menor. La defensa acusa a 4 ciudadanos norcoreanos: “Los asesinos no fueron detenidos por la justicia”.

Kuala Lumpur (AsiaNews)- Esta mañana, las autoridades malasias liberaron a Đoàn Thị Hương (Foto), una vietnamita de 30 años y última imputada por el homicidio de Kim Jong-nam, hermanastro del líder norcoreano Kim Jong-un. Quien dió el anuncio de su liberación fue Hisyam Teh Poh Teik, uno de los abogados de la mujer. El mes pasado, ella había firmado un acuerdo con el Mministerio de Justicia de Kuala Lumpur, declarándose culpable por un delito menor: “haber herido intencionalmente a Kim”, empleando para tal acto “medios peligrosos”. En Malasia, una condena por homicidio conlleva la pena de muerte obligatoria en la horca.

Hương, de familia católica, en virtud del pacto mencionado, fue condenada a 3 años y 4 meses de cárcel, contados a partir de la fecha de su arresto, es decir, febrero de 2017. Gracias a las acostumbradas reducciones de la pena, la joven pudo salir hoy de la prisión. El pasado 11 de marzo, el tribunal malasio había rechazado su pedido de suspensión de la causa; una decisión sorprendente, ya que el fiscal general había aceptado retirar los cargos contra la otra imputada en el caso, la indonesia Siti Aisyah, luego de las presiones diplomáticas ejercidas por Yakarta. Vietnam por lo tanto intensificó su presión para que la acusación de homicidio fuese retirada.

El asesinato de Kim Jong-nam sucedió el 13 de febrero de 2017, en el aeropuerto internacional de Kuala Lumpur (KLIA). Las dos mujeres fueron arrestadas 3 días después del homicidio, acusadas de haber esparcido en el rostro de Kim Jong.nam un potente gas nervioso, conocido como agente Vx, que en 20 minutos produjo el colapso del sistema nervioso de la víctima. Desde el día de su arresto Siti Aisyah y Đoàn Thị Hương defendieron su inocencia afirmando que habían sido engañadas por unos agentes coreanos, que las hicieron participar de una presunta broma televisiva.

Frente a la satisfacción por la liberación de las 2 mujeres, también surge la polémica, ya que ahora no hay ningún imputado bajo custodia, por el homicidio. “Los asesinos no fueron detenidos por la justicia”, declara el abogado Hisyam. El abogado agrega que la defensa de las dos imputadas siempre sostuvo que los verdaderos asesinos eran 4 ciudadanos norcoreanos, que huyeron de Malasia inmediatamente después del homicidio, y han sido acusados en contumacia.