Estambul, se busca al autor de la masacre de Fin de Año: 39 muertos y 69 heridos

Un hombre armado con un fusil Kalashnikov abrió fuego en el club nocturno Reina, sobre el Bósforo. Luego huyó del lugar haciendo que se perdieran sus rastros. Hasta el momento no ha habido reivindicaciones oficiales, pero las sospechas se centran sobre el Estado islámico. Las condolencias y la oración del Papa Francisco. Fue un sangriento 2016 para Turquía.

Estambul (AsiaNews/Agencias) - Prosigue la caza del hombre armado con un rifle Kalashnikov, que abrió fuego en un club nocturno de Estambul en la noche de Fin de Año, matando a 39 personas e hiriendo a otras 69. El atacante, cuya identidad sigue siendo desconocida, disparó contra la multitud presente en la discoteca Reina -un conocido local sobre el Bósforo, en la parte europea de la ciudad- que estaba allí festejando el nuevo año.

En el momento de producirse el ataque, dentro del local había cuando menos 600 personas. Luego de perpetrar la masacre, el hombre logró alejarse del lugar aprovechándose del estado de confusión general.

Mientras se continúa buscando al atacante, se llevaron a cabo los primeros funerales de las víctimas muertas por los disparos de kalashnikov. Más de la mitad de las personas que perecieron en el ataque, que duró al menos seis minutos, es de nacionalidad extranjera. Entre ellas hay israelíes, rusos, franceses, tunecinos, libaneses, indios, belgas, jordanos y sauditas. Uno de los primeros en morir fue uno de los empleados de seguridad que se hallaba en la puerta de ingreso del local.

En tanto, prosiguen las investigaciones para esclarecer el caso. Hasta hoy no ha habido explicaciones ni reivindicaciones oficiales tras el ataque, aunque las sospechas se centran en torno al Estado islámico (EI). El grupo sería responsable de cuando menos dos atentados ocurridos el año pasado en Turquía, y, de acuerdo a los investigadores, la pista yihadista aparecería, al día de hoy, como la más plausible.

En un primer momento se difundió la noticia de que el atacante habría estado disfrazado de Papá Noel; noticia que luego fue desmentida por el premier turco Binail Yldrim. En el mismo barrio, Besiktas, el 10 de diciembre pasado se había producido un ataque al estadio del equipo de fútbol homónimo, en el cual murieron 38 personas, y otras 166 resultaron heridas.

Al comentar el atentado al club nocturno sucedido en la noche de Fin de Año, el presidente turco Recep Tayyp Erdogan acusó a los grupos extremistas, que tratan de “generar desorden”. “Están tratando de… desmoralizar a nuestro pueblo – agregó el líder de Ankara- y de desestabilizar a nuestro país”.

Si bien no hay reivindicaciones oficiales, en las últimas horas hubo comunicaciones oficiales de los movimientos kurdos [en particular, del Partido de los trabajadores del Kurdistán (PKK), acusado de otros episodios de violencia sucedidos en el pasado], que se han deslindado de la matanza. El líder del PKK, Murat Karayilan, declaró que el movimiento kurdo en sus batallas “jamás toma como blancos a civiles inocentes”.

Entre los mensajes de condolencias a nivel internacional, estuvo el del Papa Francisco, que en el Angelus del día de ayer expresó su cercanía y oración para con el pueblo turco, víctima del ataque. “Lamentablemente, la violencia también ha golpeado en esta noche de augurios y esperanza. Con gran dolor –agregó el pontífice- expreso mi cercanía al pueblo turco, ruego por las numerosas víctimas y por lo heridos, y por toda la nación de luto, y pido al Señor que sostenga a todos los hombres de buena voluntad que se remangan las mangas para afrontar la plaga del terrorismo y esta mancha de sangre que envuelve al mundo con una sombra de miedo y de desconcierto”.

El año pasado, Turquía registró una serie de ataques sangrientos, que se inició el 17 de febrero con un ataque a un convoy militar en Ankara. El 13 de marzo, 37 personas fueron muertas en un ataque suicida perpetrado por milicianos kurdos en la capital. El 28 de junio le siguió un ataque con una bomba –quizás efectuado por el Estado islámico- en el aeropuerto internacional de Ataturk de Estambul, que mató a 41 personas. El 20 de agosto se produjo un ataque en el cual estalló una bomba en una fiesta de bodas en Gaziantep, con un saldo de 30 víctimas. Por último, el ataque de milicianos kurdos a un convoy de la policía que estaba ubicado en el exterior del estadio de Besiktas, en Estambul, el 10 de diciembre pasado causó 44 muertos.