Estado de Shan: el alto el fuego entre las milicias étnicas y el ejército birmano no se mantiene

El Ta’ang National Liberation Army comunicó que los militares siguieron atacando y bombardeando regiones fronterizas con China, que había negociado acuerdos para proteger a sus ciudadanos e inversiones. Mientras tanto, el Arakan Army ha recuperado el control de la frontera con la India. El ejército, en dificultades, intenta reclutar soldados entre la población civil de las regiones centrales.

Rangún (AsiaNews/Agencias)- Ha durado menos de un día el alto el fuego mediado por China entre la junta militar de Myanmar y las milicias étnicas de la Three Brotherhood Alliance, que a finales de octubre lanzaron una ofensiva contra la junta militar birmana para reconquistar territorios en el norte del Estado de Shan. Así lo comunicó ayer uno de los grupos rebeldes que firmaron la tregua, el Ta’ang National Liberation Army (TNLA), y explicó que, desde el día siguiente de la firma de los acuerdos, el 12 de enero, los militares habían llevado a cabo varios ataques y bombardeos en tres municipios de Shan violando el acuerdo, que preveía una pausa en los combates sólo en el Estado del norte, fronterizo con China.

El alto el fuego se firmó después de que las milicias reconquistaron el 5 de enero la ciudad de Laukkai, en la región de Kokang, donde trabajan y residen muchos ciudadanos chinos. Ayer, la Myanmar National Democratic Alliance Army (MNDAA), que también forma parte de la Alianza, declaró que había levantado la ley marcial impuesta por la junta militar en toda la zona. Quedó asimismo confirmado, por una declaración de las tres milicias étnicas, que el alto el fuego también tenía como objetivo proteger las inversiones y los civiles chinos en el Estado de Shan, poniendo una vez más en evidencia que Beijing trabaja para salvaguardar sus intereses en Myanmar más que para una resolución general del conflicto.

Mientras tanto, el Arakan Army, una milicia activa en el Estado occidental de Rakhine y miembro de la Alianza, anunció que había reconquistado Paletwa, ciudad situada a orillas del río Kaladan en el Estado de Chin, cerca de la frontera con la India y Bangladés. De este modo las milicias controlan ahora toda la frontera sur, incluidos los pasos que conducen al Estado indio de Mizoram, donde se han refugiado numerosos prófugos desde que estalló el conflicto después del golpe de Estado en febrero de 2021.

Se trata de un nuevo triunfo de las fuerzas de resistencia, que en los últimos tres meses han reconquistado 42 centros urbanos, situados principalmente a lo largo de las fronteras. La batalla por el control del municipio de Paletwa comenzó a mediados de noviembre, pero, desde que las milicias étnicas de la Three Brotherhood Alliance lanzaron la Operación 1027 a finales de octubre, el ejército birmano se ha encontrado en grandes dificultades, hasta el punto de que la estabilidad del régimen podría estar en peligro. Además, la ofensiva ha recibido gran atención porque, por primera vez desde que estallaron las hostilidades, los grupos armados que luchan contra los militares han unido fuerzas. En los Estados de Kachin, Chin y Kayah, en los últimos meses las milicias étnicas locales han tomado el control de cientos de bases y puestos de avanzada del ejército, capturaron a algunos generales y obligaron a rendirse a cientos de soldados. Las milicias étnicas Kayah, por ejemplo, anunciaron el 12 de enero que habían reconquistado la mayor parte del municipio de Pekon, en la parte sur del Estado de Shan.

Ante las crecientes dificultades, según Radio Free Asia, los militares están intentando reclutar personal entre la población civil de las zonas centrales del país. Algunos lugareños contaron en forma anónima que en la región de Bago serán obligados a incorporarse al ejército hasta 50 habitantes de cada aldea, tras un mes de entrenamiento. Los soldados han amenazado con quemar los pueblos si las familias se niegan a cooperar. O bien, para quedar exentos del servicio, los residentes pueden optar por pagar entre 800.000 y un millón de kyats (380 - 476 dólares), cifras prohibitivas para la gran mayoría de la población.