Escándalos y luchas de poder en la Iglesia rusa. El patriarca suspende a dos obispos

de Vladimir Rozanskij

Kirill decidió intervenir para resolver un escándalo por acoso sexual, que involucra a dos obispos jóvenes. Muchos acusan al patriarca de “abuso de poder” y de valerse de la crisis de la pandemia para efectuar un “ajuste de cuentas” en el seno de la jerarquía.

Moscú (AsiaNews) - En Rusia, la pandemia parece haber ingresado a la “fase-2”, con una disminución en la agresividad de la infección. Igualmente, el número de casos positivos en las últimas 24 horas sigue siendo bastante alto (8849, con un total de más de 300.000 infectados y 3.000 decesos). No se tienen noticias de otros sacerdotes ortodoxos fallecidos por infecciones de Covid-19 en los últimos dos días. De todos modos, sigue siendo muy elevado el número de clérigos y monjes infectados y en unidades de terapia intensiva.

El patriarca de Moscú (en la foto), Kirill (Gundjaev), en lo que respecta a la crisis pandémica, se ha vuelto más duro con las evaluaciones canónicas y las sanciones, sobre todo en lo que concierne a los eclesiásticos que predican el “Covid-negacionismo”, y no respetan las indicaciones sobre la clausura de las iglesias. En medio de este clima, Kirill también ha decidido intervenir de una forma bastante brusca, para resolver un escándalo por acoso sexual, que involucra a dos jóvenes obispos.

Sin siquiera aguardar el veredicto del tribunal eclesiástico, el patriarca suspendió de sus funciones al obispo de Armavir y Labinsk, Ignatij (Buzin), 47 años (foto 2), y al obispo de Kostomuksha y Kem’ Ignatij (Tarasov), de 46 años. En el decreto patriarcal se alude a las “comunicaciones recibidas, conteniendo acusaciones documentadas y argumentadas” contra los dos jóvenes prelados, que fueron “confinados” en ciudades alejadas de sus diócesis, bajo la responsabilidad de los metropolitanos locales. En efecto, a principios de mayo, en las redes sociales habían comenzado a circular imágenes escandalosas de la conducta de los dos obispos, con fotografías bastante embarazosas y particulares sobre la actividad homosexual de varios sacerdotes y laicos junto a ellos.

El escándalo dividió a los fieles, sobre todo a aquellos a favor de los acusados, que a su vez reprochan a otros eclesiásticos por haber organizado la intriga por motivos personales y conflictos de poder dentro de la Iglesia ortodoxa. Los acusadores hablan de festines regados de alcohol y de la manipulación de varios personajes que tienen lazos con los imputados, con el derroche de medios financieros de la Iglesia. La paciencia del patriarca habría estallado frente a la fotografía del obispo Ignatij (Buzin) desnudo, ebrio y en poses embarazosas.

Aún así, muchos acusan al patriarca de “abuso de poder”, y de haber aguardado la crisis de la pandemia para proceder a un “ajuste de cuentas” en el seno de las jerarquías. En efecto, el 23 de marzo ya había presentado su renuncia, luego de un escándalo, el obispo de Cherepovetsk y Beloozersk, Flavian (Mitrofanov), de 44 años, en cuyo apartamento de San Petersburgo, durante un allanamiento de la policía, fue hallado con un joven italiano con el cual, de hecho, convivía. Antes de ello, el 11 de marzo, se procedió a jubilar al metropolitano Ioann (Roscin), 45 años, que en un año pasó de la diócesis rusa de Italia a la metrópolis europea de París, para luego ser degradado a la metrópolis de Viena y finalmente apartado y enviado a retiro, sin dar explicaciones.

Los escándalos y los repentinos cambios de rumbo o suspensiones en la carrera de los jóvenes “obispos rampantes” llevan a reflexionar sobre la política de la última década, actuada por el patriarca Kirill, que ha tratado de multiplicar las diócesis y estructuras patriarcales, poniendo a cargo de ellas a varios jóvenes allegados, como solía hacer antes de volverse patriarca, en ámbitos obviamente más restringidos. El clima de enfrentamiento con los monjes más intransigentes, que durante la pandemia han manifestado mucha hostilidad hacia el patriarca, está llevando a una drástica re-definición de los equilibrios internos en la Iglesia Ortodoxa Rusa.