Escritores, editores y periodistas suecos piden la liberación de Gui Minhai

En 2020, un tribunal chino condenó al librero de Hong Kong, que tiene ciudadanía sueca, a 10 años de cárcel por cargos de espionaje. Para Estocolmo y la UE la acusación carece de fundamento. Los motivos de enfrentamiento entre Suecia y China se multiplican.

Beijing (AsiaNews) - 21 editores, periodistas y escritores suecos han publicado una carta en la que piden la liberación de Gui Minhai, el librero de Hong Kong con ciudadanía del país escandinavo que fue condenado, en febrero de 2020, a 10 años de cárcel por un tribunal chino. Gui fue acusado de proporcionar información de inteligencia al exterior; los jueces también lo privaron de sus derechos políticos durante cinco años.

El pedido de liberación, dirigido al nuevo embajador chino en Suecia (Cui Aimin), se publicó ayer en Dagens Nyheter, el histórico periódico sueco.

Las autoridades de Beijing persiguen a Gui porque publicó y vendió textos que relatan aspectos personales de la vida de algunas figuras del Partido Comunista Chino. En 2015 fue arrestado en Tailandia por agentes chinos junto con cuatro socios. Fue llevado a China y condenado por no proporcionar ayuda en un accidente automovilístico en 2003. Cumplió dos años de cárcel y recuperó la libertad, pero la policía china volvió a arrestarlo en enero de 2018.

Los firmantes del documento señalan que la detención de Gui se ha convertido en motivo de enfrentamiento diplomático entre Estocolmo y Beijing. Todos los partidos políticos, grupos humanitarios y diarios suecos afirman que las acusaciones contra el librero carecen de fundamento. Las autoridades suecas siempre han reclamado que no se les permitió asistir al juicio y la Unión Europea apoya esa denuncia.

Beijing se defiende afirmando que el tema es un asunto interno, dado que en 2018 Gui habría solicitado y recuperado la ciudadanía china por iniciativa propia. El país escandinavo respondió que sigue siendo ciudadano sueco. China no reconoce la doble ciudadanía y por esa razón niega a Gui la asistencia consular de Suecia.

Desde el primer arresto de Gui las relaciones entre China y Suecia se han vuelto muy conflictivas. El año pasado el gobierno chino orquestó un boicot comercial contra las empresas extranjeras que criticaban a China por el trato inhumano a los uigures de Xinjiang. Una de ellas es el grupo sueco H&M, que anunció que suspendería la compra de algodón a la región autónoma china. El boicot de los consumidores chinos le hizo perder a la empresa de ropa 74 millones de dólares en solo tres meses. Expertos de la ONU, académicos y organizaciones humanitarias afirman que el algodón de Xinjiang se produce con el trabajo forzado de los uigures y otras minorías de habla turca y religión islámica.

En el encuentro que tuvo lugar ayer en Estocolmo con su homólogo lituano, Gabrielius Landsbergis, la ministra de Relaciones Exteriores de Suecia, Ann Linde, expresó su apoyo a Lituania, sometida desde hace meses a restricciones comerciales por parte de China. Beijing prácticamente ha eliminado la importación de productos lituanos en represalia por la decisión de la República Báltica de permitir que se abra en su capital una oficina de representación taiwanesa utilizando referencias al nombre de "Taiwán". El gobierno chino considera que es una violación de la "política de una sola China". Para el Partido Comunista Chino la isla es una provincia "rebelde" que debe ser reunificada, incluso por la fuerza si es necesario.