Ereván, el coronavirus y los refugiados. Crece la amistad de Putin y Erdogan

de Vladimir Rozanskij

El presidente armenio se encuentra aislado, con síntomas severos de Covid-19. En las últimas 24 horas se reportaron 161.415 casos y 361 muertos. Custodiados por el ejército ruso, 50.000 refugiados regresaron a Nagorno-Karabaj en las últimas semanas. Para Putin, el presidente turco es un hombre que hace todo "por el bien de su país". Al referirse al uso de Santa Sofía para el culto islámico, el Patriarca Kirill critica a Bartolomé.

Moscú (AsiaNews) - La oficina de prensa del presidente armenio Armen Sarkisyan anunció ayer que el mandatario se encuentra aislado con síntomas graves de Covid-19. El presidente está internado en el hospital; sin embargo, su estado parece ser bastante estable y le permite seguir desarrollando sus actividades a la distancia. Los doctores esperan que en breve pueda regresar a la residencia presidencial.

Sarkisyan pasó las vacaciones de Fin de Año en Londres, junto a su familia. A su regreso, dio positivo al test de Covid. El controvertido Primer Ministro Nikol Pashinián también está en aislamiento preventivo voluntario. En toda Armenia, la epidemia de coronavirus está alcanzando cifras alarmantes: en las últimas 24 horas se reportaron 161.415 nuevos casos y 361 muertes.

En el país, el dolor por el Covid se suma al de los refugiados de la guerra de Nagorno-Karabaj, cuyo regreso se está completando en estos días.

Ayer, las fuerzas de paz del ejército ruso acompañaron una columna de 181 personas, transportadas en autobuses desde la capital armenia, Ereván, hasta Stepanakert, la principal ciudad de Karabaj. En las últimas semanas casi 50.000 refugiados regresaron a sus hogares, siempre bajo la protección de los militares rusos, que también organizaron la distribución de ayuda humanitaria y la reconstrucción de las casas y la infraestructura destruidas.

El Ministerio de Defensa ruso informó de que se están vigilando 23 puntos de observación para asegurar el cumplimiento del fin del conflicto armado, según los acuerdos firmados el 10 de noviembre entre Armenia y Azerbaiyán. Más de 15 brigadas de soldados rusos están desplegadas en el territorio, junto con un número no especificado de fuerzas turcas, en apoyo del ejército azerbaiyano, siempre con un rol pacificador.

Muchos observadores señalan el nuevo curso de las relaciones ruso-turcas, después de que Rusia tuviera que ceder posiciones a Turquía en varios sentidos, como ocurrió en Siria, Libia y el Cáucaso en 2020. En su conferencia de prensa de fin de año, el Presidente ruso Vladimir Putin respondió a este respecto que "con el Presidente Erdogan tenemos visiones diferentes en muchos puntos, a veces muy conflictivas, pero él es una persona que cumple su palabra, un hombre de verdad, que no se limita agitar la escena para dar un espectáculo. Es alguien capaz de ir hasta el fondo por el bien de su país y es hora de que nosotros también repensemos nuestras tácticas en el ámbito internacional".

Hace pocos días, hasta el mismo Patriarca de Moscú, Kirill (Gundyaev) comentó, en una declaración extraña, la decisión de Erdogan de reabrir la Catedral de Santa Sofía al culto islámico, y hacer lo mismo con otras iglesias de Estambul. Lo cierto es que no criticó al presidente turco, sino a su "oponente" ortodoxo, el Patriarca Ecuménico Bartolomé (Archontonis). Según Kirill, la derrota de los cristianos en Santa Sofía es "un castigo divino por apoyar el cisma ucraniano".