Erdogan apunta a Siria para chantajear a la OTAN y reforzar su poder interno
El presidente turco anunció una operación para reforzar la "zona de seguridad" del otro lado de la frontera. Los detalles se discutirán en una reunión del Consejo de Seguridad prevista para mañana. La operación se usa como moneda de cambio para permitir que Suecia y Finlandia se incorporen a la Alianza Atlántica y para cerrar filas de cara a las elecciones de 2023.
Estambul (AsiaNews) - El presidente Recep Tayyip Erdogan tiene la intención de lanzar en breve una operación militar en territorio sirio para ampliar lo que se denomina "zona de seguridad" a lo largo de la frontera sur. La ofensiva fue anunciada hace pocos días y causó perplejidad por sus tiempos y formas; sin embargo, refleja que el líder turco tiene la profunda convicción de que no recibirá el veto de sus socios de la Alianza Atlántica. Al fin y al cabo, la aprobación de Ankara es esencial para que Suecia y Finlandia ingresen -en clave antirrusa- en la OTAN, posibilidad que se está estudiando en estas últimas semanas. Turquía se opone porque supuestamente los dos países nórdicos han acogido a "terroristas del PKK", el Partido de los Trabajadores del Kurdistán.
En una reunión del gobierno que tuvo lugar el 23 de mayo, Erdogan dijo que el objetivo de la operación es completar la delimitación de una zona de 30 km de ancho que considera esencial para la defensa de sus fronteras. Pronto tomaremos nuevas medidas", dijo, "en relación con las partes incompletas del proyecto [...] a lo largo de nuestra frontera sur".
Aunque no dio más detalles sobre el tiempo y las modalidades, añadió que "el operativo comenzará una vez que las fuerzas militares, de inteligencia y de seguridad turcas hayan completado sus preparativos". "Discutiremos los detalles de esta operación", concluyó, "en la reunión del Consejo de Seguridad" que está prevista para mañana, 26 de mayo. Previamente había anunciado su intención de devolver al otro lado de la frontera, antes de las elecciones, a un millón de sirios que fueron acogidos en nombre de la "fraternidad musulmana" común y ahora se descargan como un lastre, en un momento de profunda crisis socioeconómica que pone en duda su reelección en 2023.
Hasta el momento no ha habido declaraciones oficiales del Ministerio de Asuntos Exteriores sirio ni de los dirigentes de Damasco por una posible agresión en su territorio. Washington también tiene la boca cerrada, ocupado en diversos frentes desde la invasión rusa en Ucrania hasta la entrada de Suecia y Finlandia en la OTAN, pasando por las tensiones con China en la región de Asia-Pacífico. En el pasado, el ejército turco lanzó cuatro grandes ofensivas militares en el norte de Siria: la primera, bautizada como "Operación Escudo del Éufrates", en 2016; a la que siguió la "Operación Rama de Olivo", en 2018; al año siguiente, en 2019, la "Operación Fuente de Paz"; la cuarta y última, en 2020, la "Operación Escudo de Primavera", durante las primeras etapas de la pandemia de Covid-19.
Desde 2016, el ejército turco lleva regularmente a cabo operaciones militares en territorio sirio contra la milicia kurda YPG, que junto con el PKK es considerada una organización terrorista (pero, a diferencia de la segunda, no por Occidente). Ankara también intensificó sus incursiones aéreas en el Kurdistán iraquí, que afectaron aldeas cristianas en varias ocasiones causando víctimas y graves daños a las actividades económicas, viviendas y lugares de culto.
Analistas y expertos señalan que las proclamas de Erdogan tienen un doble objetivo: por un lado, obtener una ventaja por conceder la autorización de ingreso en la OTAN a Estocolmo y Helsinki. Por otro lado, a nivel nacional, blindar el apoyo del ala nacionalista a sus ya 20 años en el poder. En efecto, las operaciones militares transfronterizas aumentaron el consenso en el pasado y, en cierto modo, favorecieron su victoria en las urnas.
En un contexto de silencio y expectación, una de las pocas voces críticas y preocupadas es la de los kurdos sirios, cuyas facciones militares resultaron esenciales en el pasado en la lucha contra el Estado Islámico (EI, antiguo ISIS), gracias también al apoyo de Estados Unidos. Comentando las palabras de Erdogan, los líderes de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF, que también incluye a las YPG) acusaron a Ankara de querer "desestabilizar la región".