Entrevista al Papa sobre China: entusiasmo y escepticismo entre los católicos chinos. Algunos sacerdotes están recibiendo presiones de la policía
Periódicos y radios del Estado han divulgado la noticia de la entrevista del Papa Francisco con Asia Times. Hay quien sueña que el pontífice pronto visitará China. Los sacerdotes de la Iglesia clandestina están siendo interrogados. Aprecio del “ramo de olivo” tendido por el pontífice y por haber subrayado el valor de la cultura china. Pero se es escéptico con respecto a la respuesta de la plana de líderes de Pekín. El diálogo entre China y el Vaticano no conduce a resultados por la simple razón de que hay intereses diversos: políticos y religiosos. No apresurarse en establecer relaciones diplomáticas, para no sacrificar la libertad de la Iglesia ni el testimonio de sus mártires. La Iglesia china está en crecimiento.
Pekín (AsiaNews) – Muchos católicos chinos han expresado entusiasmo por la entrevista que el Papa Francisco ha concedido a Asia Times, colmada de elogios hacia la cultura china y con un augurio dirigido a Xi Jinping y a su pueblo, en ocasión del Nuevo Año. Otros son escépticos y piensan que el gesto amigable del pontífice no hallará respuesta porque “el gobierno chino es demasiado astuto”. Para Asianews ha sido imposible contactar a algunos sacerdotes de la Iglesia no oficial. Algunos fieles han dichos que desde hace días estaban ocupados en sesiones de interrogatorio con la policía, habiendo ésta incluso participado en los encuentros de catequesis.
Todos conectan la entrevista con el diálogo entre China y el Vaticano. Algunos esperan que el Papa Francisco pueda incluso viajar pronto a China. Pero otros son pesimistas, y afirman que cualquier compromiso con el Partido comunista chino llevará a una pérdida de libertad de la Iglesia.
Todas las personas entrevistadas han solicitado permanecer tras el anonimato.
Un joven laico de Shanghai afirma que los augurios del Papa a Xi Jinping tendrán un buen impacto porque Francisco ha expresado un gran amor hacia China. “A través de esta entrevista –dice- nos sentimos unidos a él, que es el representante de Cristo en la tierra. Mostrando esta enorme, amistad él ha sido sabio: criticar al gobierno chino de manera directa sólo puede provocar daños a la Iglesia. Su actitud tan dulce hace sentir que él es un verdadero pastor. Todos nosotros esperamos que el Papa pueda visitar China algún día”.
Un sacerdote de la provincia di Xian (Shaanxi) es más escéptico. Dice: “Si bien el Papa tiene buenas intenciones cuando ofrece un ramo de olivo a China, no pienso que esto vaya a funcionar. Es muy difícil que cambie el modo con el cual el gobierno chino controla a la Iglesia, no obstante las dulces palabras del Papa. Todas las dulcificaciones y adulaciones no crearán diferencia alguna para el gobierno. El Papa Francisco ha elogiado la sabiduría de la cultura china y su historia, pero en los hechos, la sociedad actual no tiene moral alguna. La generación de hoy ha perdido las raíces culturales, y justamente las ha perdido gracias a la dura política de los últimos años. Por lo tanto, esas palabras tan tiernas no ayudarán en nada a la situación de hoy”.
Un joven proveniente de China central ha quedado impresionado por el hecho de que diversos periódicos e incluso la radio estatal hayan citado la entrevista, pero –dice él- “lo que el Papa expresa no es lo que las autoridades quieren”.
“El Papa Francisco ha dado este paso porque quiere reunirse con los líderes chinos. El suyo es un gesto crucial y necesario, que “se orienta” a las autoridades. En dicho sentido, el Papa ha hecho muy bien. Hablando de la sabiduría, de los valores chinos, tal vez podría sensibilizar en algo a este gobierno. Pero hasta ahora el mismo no está interesado en la cultura china. Temo que todo aquello no tendrá influencia alguna en el diálogo diplomático. Las dos partes no se encuentran: el Papa busca un diálogo desde el punto de vista religioso; Pekín busca tan sólo un diálogo político, y quiere que la Santa Sede avale su poder absoluto”.
A propósito de los diálogos diplomáticos, y de la búsqueda de acuerdos entre China y la santa Sede, un sacerdote de Jilin declaró: “los comunistas chinos son muy astutos y saben cómo conducir el juego. Ellos no quieren perder el control sobre la Iglesia en China. Es importante dialogar mucho para lograr establecer relaciones diplomáticas, pero el Vaticano no debiera sacrificar los derechos de la Iglesia en pos de esto. Hay tantos católicos que han sufrido a causa de la fe en todos estos decenios. El Vaticano no debería ignorar estas situaciones. No hay ninguna prisa en establecer relaciones diplomáticas. Apresurarse demasiado puede llevar a contraer compromisos excesivos. En el trabajo sobre estas cuestiones, es mejor tomarse todo el tiempo que sea necesario, y no contentarse con un resultado que sea bueno sólo en apariencia. Por último, no obstante la Iglesia sufra controles y dificultades, ella está en continuo crecimiento”.