Enorme despliegue de seguridad para el voto sobre la Constitución egipcia
El Cairo (AsiaNews) - Cientos de egipcios ya se están alineando en largas colas frente a los centros de votación para votar sobre la nueva Constitución que sustituya la redactada bajo el islamista Mohamed Morsi, votada pocos meses antes de su deposición a causa de manifestaciones populares y del ejército.
Una bomba explotó en El Cairo frente a un tribunal, sede de un centro de votación, pero el incidente no parece detener la votación.
El Ministerio del Interior ha desplegado 200 mil policías, además de personal de seguridad y primeros auxilios, para garantizar la tranquilidad en el proceso de votación que tendrá una duración de dos días.
Los militares y el jefe del ejército, general Abdel Fattah al-Sisi, con la esperanza de un gran " sí", que se lee como una aprobación de su obra en el alejamiento de Morsi del poder. Los Hermanos Musulmanes, ahora calificado como un grupo terrorista, piden a gritos un boicot.
Para asegurar la mayor cantidad de "sí", los medios estatales han puesto en marcha una importante campaña de publicidad, mientras que la policía ha detenido a los que apoyan el "no". Estos incluyen no sólo los Hermanos Musulmanes, sino también personalidades laicas, que lucharon para derrocar a Hosni Mubarak, rechazaron el Islamismo de Morsi y ahora temen una dictadura militar.
La antigua constitución, aprobada hace un año, traicionó muchos de los ideales de la primavera árabe, inspirado en la sharia y puso el poder en manos de los Hermanos Musulmanes. Fue aprobada con más del 60 % de los votos, a pesar de que habían votado sólo el 32,9% de la población.
La nueva Constitución introduce mejoras: el Islam sigue siendo la fuente de inspiración de la ley y la sociedad, pero garantiza la libertad religiosa para las minorías. Le da mucho poder a los militares, sin embargo, y no aclara la forma en que se establecen los derechos de las minorías y las mujeres.
En los últimos días ha habido rumores en apoyo de la candidatura de Al-Sisi como presidente. Él es visto como el garante del orden y como un freno al Islam, que el año pasado causó pérdidas económicas y un descenso en el turismo. Con toda probabilidad, una ola de "sí" en el referéndum podría empujar al general a participar en las elecciones presidenciales. Tal medida desagrada a los Hermanos Musulmanes, pero también a muchos activistas seculares de la Primavera Árabe, que esperan un Egipto más democrático.
22/04/2015