Encuentro mundial de las familias: en Filadelfia con el Papa estará también Irán

Ayer hubo un primer encuentro de una larga serie de citas entre una delegación iraní y una vaticana. Francisco recibió en audiencia privada a la vicepresidente de Irán. Al centro del coloquio, la crisis de Medio Oriente y el nuclear en Irán. Presidente del Pontificio concejo de la familia a AsiaNews. "Recuperar la familia cmo recurso crucial y fundamental de la sociedad, un patrimonio para todas las culturas y todas las religiones".

Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- Habrá también una delegación iraní al VIII encuentro mundial de las familias en Filadelfia. Lo anunció ayer, mons. Vincenzo Paglia, presidente del Pontificio Concejo para la familia, en un coloquio con la prensa después del encuentro sobre las cuestiones de la mujer y de la familia entre una delegación vaticana y una iraní. Guiando esta última estaba, Shahindokht Molaverdi, vicepresidente de la República islámica de Irán. "Estoy particularmente contento- dijo el prelado- que se haya realizado este encuentro, porque no sólo (la delegación iraní) me ha invitado a visitar Irán, sino que también me pidió si podía participar en Filadelfia al encuentro de las familias y yo inmediatamente acepté. La familia no es un patrimonio católico, sino de la humanidad".

El encuentro de ayer entre la Santa Sede e Irán fue el primero de una larga serie de citas conjuntas que se tendrán en los próximos meses. "Hemos discutido- declaró mons. Paglia- de los problemas relativos a la familia y a la mujer en el mundo de hoy, del todo de acuerdo en el afirmar que es importante enfrentarlos juntos. La globalización hoy nos obliga a comprender cuánto la familia sea un patrimonio de la humanidad y cuánto la mujer sea dispensable en todos los niveles para enfrentar este tema".

"Un encuentro rico", le hizo eco la señora Molaverdi, "en el cual hemos hablando de argumentos importantes relacionados con la familia. La familia tiene ante todo delante de sí desafíos globales, comunes que exigen una colaboración conjunta, sobre todo con un país como la República de Irán".

En 1994, en ocasión de la Conferencia Onu del cairo, hubo una gran colaboración entre la santa Sede e Irán contra la ideología de la "salud reproductiva", una alianza que contribuyó a frenar la proclamación del aborto como "normal" método contraceptivo. Entrevistado por AsiaNews, mons Paglia hace una evaluación de lo que ha cambiado en estos últimos 20 años: "La situación mundial por ciertos versos empeoró.

"El tríptico original e indisoluble que era el don de Dios al mundo- matrimonio, familia y vida- hoy por la primera vez es descompuesto".

Al día de hoy, continúa el prelado, "en una cultura hiper-individualista como la actual tal descomposición se recompone al propio gusto y placer. Por esto, yo creo que todos los creyentes, todos los hombres de buena voluntad deben ayudarse para hacer comprender que la familia-padre, madre, hijos, generaciones-es la historia. El resto es auto-satisfacción de los individuos. También respetando y sugiriendo el progreso en todos los derechos individuales y civiles, aquí nos encontramos frente a un patrimonio que si es desencadenado, desencadena a la sociedad".

En este sentido, subraya a AsiaNews , mons. Paglia, "recuperar la familia como recurso crucial y fundamental de la sociedad es un patrimonio para todas las culturas y todas las religiones. Por esto se necesita una alianza extraordinaria. Sin que esto signifique hacer batallas no negociables. Aquí el problema es si permanecer fieles a aquel don de Dios que es el matrimonio, la familia y la vida. Lo que no excluye el resto. Pero esto es un patrimonio absolutamente originario".

A la luz de esto, el presidente del Pontificio Consejo para la Familia señala a AsiaNews que "profundizar la relación con una tradición como puede ser la iraní es absolutamente de esperar y recorrerlo sin dudarlo y con determinación. El Islam no es un monolito, es un universo compuesto de muchas tradiciones diferentes el uno del otro. Cada dialogo que va en profundidad ayuda a los hombres y mujeres a entender más, y luego encontrar más fácilmente soluciones a los conflictos o tensiones que inevitablemente existen. Debemos volver a tejer este diálogo a través de lo que yo llamo una cultura del encuentro, que es lo que necesitamos hoy".

Después de la reunión entre las dos delegaciones, ayer por la mañana el Papa Francisco recibió a la vicepresidente de Irán. Para la Sra Shahindokht Molaverdi, la audiencia privada "Fue un momento inolvidable. Conozco muy bien su forma de pensar; sus enseñanzas y sus preceptos religiosos son muy dinámicos y adaptados al mundo en que vivimos. El Santo Padre subrayó la necesidad de una mayor presencia femenina en los pasillos del poder".

El encuentro con el Papa no se limita sólo a cuestiones relacionadas con los temas de la familia y la mujer: "Me gustó mucho la condena que el Santo Padre hizo del extremismo y el fundamentalismo Le di las gracias por todos sus esfuerzos a resolver la crisis en el Medio Oriente en los planos regional y mundial. Ha condenado el uso y abuso de la religión para poner en práctica la violencia. Este abuso del nombre de Dios y estas acciones violentas no puede ser aceptado por los seguidores de cualquier religión. Al mismo tiempo es inaceptable y condenable que algunos ofendan las creencias y la fe de los demás, proporcionando un pretexto para la violencia".

En el centro de la reunión entre Francisco y el Vicepresidente Molaverdi también está el asunto del nuclear iraní: "El Santo Padre dijo que no estaba de acuerdo con el uso de la fuerza para resolver el problema nuclear de Irán, por el contrario, defendió un mayor diálogo, expresando su apoyo para avanzar en las negociaciones".

Sobre la posibilidad de que el Papa puede hacer un "puente" en las relaciones de reparación entre los EE.UU. e Irán - como lo fue para los EE.UU. y Cuba - la Sra. Molaverdi es prudente: "El Papa tiene la capacidad de unir a la gente, y a través de esto, tal vez, incluso de influir en los gobiernos. Como veo las perspectivas en este sentido, soy optimista. Me gustaría que las relaciones entre Irán y Estados Unidos se restablecieran en forma independiente, sin tener que molestar al Santo Padre. Sin embargo, para la finalización con éxito de estas negociaciones, levantar las sanciones puede tener sin duda una gran influencia en la normalización de las relaciones entre los EE.UU. e Irán. Estas sanciones injustas, yo diría incluso inhumanas, deben ser eliminadas"(GM).