En una semana, la Junta golpista condujo 125 ataques aéreos en el Estado de Karen
Así lo afirmaron las fuerzas de resistencia de Myanmar. Tras la incursión en el espacio aéreo tailandés, el ejército birmano envió una disculpa. Mientras tanto, aumenta el número de refugiados y continúan las detenciones de migrantes birmanos que cruzan la frontera con la ayuda de traficantes.
Rangún (AsiaNews/Agencias) - La junta golpista de Myanmar condujo 125 ataques aéreos en cinco días para defender un puesto militar estratégico en el estado de Karen (o Kayin), en la frontera con Tailandia, adonde cada vez más personas huyen para refugiarse de la guerra. La información procede del sitio de noticias independiente The Irrawaddy y sucede a los enfrentamientos de la semana pasada, que culminaron con la invasión del espacio aéreo tailandés.
El primero de febrero de 2021, el ejército de Myanmar derrocó al anterior gobierno dirigido por Aung San Suu Kyi e inició un conflicto civil. En el Estado birmano de Karen hay varios grupos de resistencia operando y el 26 de junio atacaron el puesto de avanzada de Ukayit Hta, cerca de la aldea de Waw Lay. Los combates continuaron durante una semana. Según la Columna Cobra, una división de las fuerzas antigolpe, los militares de la Junta realizaron 125 ataques entre el 27 de junio y el primero de julio, obligando a cientos de civiles a huir del lugar (al menos 300 según The Irrawaddy, mientras que el Bangkok Post rebaja la cifra a un centenar) y a dirigirse a Tailandia a través del río Moei, que separa ambos países.
En esos días, los aviones birmanos cruzaron el espacio aéreo tailandés aterrorizando a la población civil, que se refugió inmediatamente en búnkeres antiaéreos. Como consecuencia, se suspendieron las clases en dos escuelas de la frontera. El incidente se produjo en la zona del distrito de Pop Phra, en la provincia de Tak, y los medios de comunicación tailandeses confirmaron la muerte de varios civiles alcanzados por las bombas del ejército birmano.
El primer ministro de Tailandia, Prayut Chan-ocha, afirmó que el incidente no representa un problema. El ministro de Asuntos Exteriores, Don Pramudwinai, declaró ayer que Myanmar enviaría una carta formal de disculpa por el ataque aéreo, confiando en que ello no habrá de repetirse en el futuro. Según un acuerdo entre los dos países, si caen proyectiles de artillería en suelo tailandés, Bangkok enviará primero señales de advertencia y sólo devolverá el fuego si hay una amenaza directa para su población.
Mientras tanto, el número de refugiados birmanos sigue aumentando y el número de desplazados internos sube a casi 700.000 desde el inicio del golpe de Estado. Desde febrero de 2021, casi 60.000 personas han cruzado la frontera, según cifras de ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados. Tailandia acoge actualmente a más de 91.000 refugiados, de los que alrededor de la mitad son cristianos. A pesar de la presencia de nueve campos de refugiados de la ONU a lo largo de la frontera, muchos migrantes dependen de los traficantes de seres humanos. Sólo la semana pasada, las fuerzas de seguridad tailandesas detuvieron a 43 fugitivos birmanos y a 7 traficantes que intentaban transportar a las víctimas: las ocultaban en camiones que se dirigían a Malasia, donde les prometieron que encontrarían trabajo.
