En nombre de Mons. Jospeh, la batalla de los cristianos contra los abusos sobre la blasfemia
25 años después de su muerte, la memoria del obispo de Faisalabad es protagonista de un gesto extremo de protesta contra la violencia vinculada a la controvertida ley. Para muchos sigue siendo un mártir de la fe. Desde 1987 más de dos mil personas han sido acusadas injustamente y hubo al menos 88 ejecuciones extrajudiciales. Una de las propuestas es la formación de una comisión para investigar las masacres de Gojra en 2009.
Lahore (AsiaNews) – Con una conferencia titulada “Aspiración a una sociedad inclusiva”, los cristianos paquistaníes recordaron ayer el sacrificio del entonces obispo de Faisalabad John Joseph en la lucha contra los abusos vinculados a las leyes contra la blasfemia, 25 años después de su muerte. Figura destacada de la Iglesia pakistaní, todavía se lo recuerda por su labor en favor de la justicia, la paz y la armonía interreligiosa en un país que a menudo ha sido escenario de violencia y ataques contra las minorías. El encuentro se llevó a cabo en el Centro para la Justicia Social (CSJ) de Lahore y contó con los aportes de expertos, activistas y académicos quienes señalaron que todavía no se ha hecho nada a nivel legislativo para evitar su uso indebido.
A pesar de que el Parlamento de Islamabad introdujo dos enmiendas en 2004 y 2017, los abusos continuaron y los autores, incluso en los casos de ejecuciones extrajudiciales, la mayoría de las veces se beneficiaron de un clima general de impunidad. Según datos recopilados por el Centro para la Justicia Social, al menos 2.120 personas sufrieron acusaciones falsas, juicios y abusos entre 1987 (año en que se introdujo la ley) y 2022, mientras que 88 personas que estaban siendo juzgadas fueron asesinadas por fanáticos o en gestos arbitrarios.
Una de las víctimas colaterales de las normas sobre la blasfemia, que castigan a quienes profanan el Corán o el nombre del profeta Mahoma (art. 295 B y C del Código Penal), fue Mons. John Joseph. Era una personalidad comprometida en el ámbito de los derechos humanos y religiosos y llevaba mucho tiempo luchando contra el fundamentalismo y la intolerancia, especialmente contra las leyes electorales discriminatorias y contra la blasfemia. Para dar más fuerza a su lucha y llamar la atención del mundo sobre estas injusticias, el 6 de mayo de 1998 se suicidó a la entrada del tribunal de Sahiwal (en el Punjab), donde se celebraba el juicio de Ayub Masih, un católico que fue condenado a muerte, acusado de blasfemia. Aunque el obispo se suicidó (sufría depresión desde hacía tiempo), muchos miembros de la comunidad cristiana pakistaní lo consideran un mártir de la fe.
Entre los ponentes de la conferencia estuvieron Peter Jacob, presidente de la Comisión Popular por los derechos de las minorías (PCMR), quien destacó la "clarividencia" del obispo, uno de los primeros en denunciar los abusos vinculados a la ley. Wajahat Masood, dirigente del Centro para la Justicia Social, que recordó las violaciones de carácter "político" y las campañas de violencia para "influir" en las decisiones de la clase dirigente. No obstante, el Estado sigue siendo "insensible" y la sociedad en gran medida "desconoce" el costo "de una política distorsionada de esa manera". Majid Abel, por su parte, elogió los "esfuerzos incansables" para construir una "sociedad inclusiva y tolerante" que sepa defender "los derechos de las comunidades religiosas", incluyendo las minorías. Mons. Sebastian Shaw prometió su compromiso para "mantener su memoria y defender sus batallas", mientras que el p. Khalid Rashid Asi resaltó que hasta la actualidad los tribunales siguen emitiendo veredictos que no hacen justicia a las víctimas ni a los acusados de blasfemia. Por último, el profesor Anjum James Paul identificó el elemento "problemático" inherente a haber asignado una "identidad religiosa" al Estado y el excesivo peso que se adjudica a los grupos religiosos para "influir en el gobierno".
Al concluir el encuentro, los organizadores presentaron algunas propuestas para contrarrestar los abusos: modificar algunos pasajes constitucionales que son incompatibles con los derechos básicos; establecer una comisión de investigación sobre las masacres de Gojra en 2009 para prevenir otros casos similares; tipificar como delito la conversión forzada; mejorar el proyecto de ley de la Comisión Nacional para las Minorías; combatir el fundamentalismo desde las escuelas.
17/12/2016 13:14