En manos de Beijing, la interpretación de la nueva ley de seguridad para Hong Kong

de Paul Wang

La nueva ley estará por encima de las leyes (liberales) existente en Hong Kong, en caso de conflicto. También se prevé una supervisión de los establecimientos escolares, para verificar la educación en la seguridad nacional. Para Carrie Lam, la nueva ley garantizará el principio “un país, dos sistemas”. Para los movimientos democráticos y las ONGs, la nueva ley reducirá las libertades en Hong Kong, haciendo que se parezca “a cualquier ciudad de China”.

Hong Kong (AsiaNews) – La nueva ley de seguridad nacional que Beijing pretende imponer sobre Hong Kong prevé una oficina de control (¿espionaje?) sobre la seguridad y un grupo de jueces para juzgar los crímenes enumerados en la normativa. La oficina estará bajo la esfera del Ejecutivo de Hong Kong, Carrie Lam (v. foto), que incluso podrá elegir el grupo de jueces.

El hecho más importante es que la interpretación de los casos y de la ley queda en manos de Beijing y de la Comisión Permanente de la Asamblea Nacional del Pueblo (el parlamento chino), los organismos encargados de la redacción de la norma. Hace dos días, al presentar algunos lineamientos de la nueva ley, la agencia Xinhua precisó que en caso de darse un conflicto con las leyes existentes en Hong Kong, la nueva ley tendrá prioridad.

Xinhua explicó que la nueva ley pretende castigar y prevenir los crímenes de subversión, separatismo, terrorismo y colusión con potencias extranjeras en detrimento de Hong Kong y de China. Esta exige asimismo una mayor supervisión del gobierno sobre las escuelas, para verificar la calidad de la educación desde el punto de vista de la seguridad nacional.

Hace años que la población de Hong Kong expresa su contrariedad ante la ley de seguridad, que ya había sido sugerida por el gobierno en el 2003, pero que debió ser retirada en vista de la oposición del pueblo. En Hong Kong se teme que la ley sea usada por China para reprimir las libertades de que goza el territorio según el principio de “un país, dos sistemas” establecido por Deng Xiaoping. Para todos los movimientos democráticos, la implementación de la nueva ley culminará con una Hong Kong reducida, y tratada como “cualquier ciudad de China”.

Carrie Lam se apresuró a defender la ley. Esta mañana, al tomar la palabra en un foro online, dijo que la nueva ley fortalecerá el principio “un país, dos sistemas”, garantizando el estilo de vida liberal en Hong Kong y restableciendo la reputación internacional y la competitividad del territorio.

Para Lam, la crisis de Hong Kong tiene su origen en el movimiento democrático, en el “terrorismo” de las manifestaciones y en los gestos de vandalismo y violencia de los jóvenes.

Muchas ONGs internacionales que operan en Hong Kong están convencidas de que la normativa sofocará todas las libertades. La definición de “seguridad nacional” sumamente genérica y abarcadora, será suficiente para permitir que Beijing intervenga sobre cualquier aspecto de la vida del territorio.