En la Basílica de San Pedro se llevó a cabo la solemne celebración, con la entrega del palio a los 42 arzobispos nombrados en el último año. En el Ángelus, el Papa dijo: "Si no es servicio, la autoridad se convierte en dictadura". La Santa Sede difundió los datos del Óbolo de San Pedro del año pasado: se recaudaron 48,4 millones de euros destinados a las obras de caridad del Papa; en Asia financia 33 proyectos.

 

Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- Dios “abrió las puertas del corazón” a los apóstoles Pedro y Pablo, para que ellos a su vez pudieran abrirlo a sus hermanos. Refiriéndose expresamente a la Puerta Santa de la basílica vaticana que se abrirá en el inminente jubileo de 2025, el Papa Francisco invitó a mirar esta imagen en la solemnidad de hoy de los santos Pedro y Pablo. Lo hizo en la homilía de la solemne celebración eucarística en la basílica vaticana, durante la cual - como es tradicional - entregó el palio, la tela de lana blanca que es símbolo de su comunión con la Santa Sede en su jurisdicción, a los 42 arzobispos nombrados este año.

“Jesús le había confiado las llaves del Reino - recordó Francisco -. Pero él hace la experiencia de que el primero que abre las puertas es el Señor, porque Él siempre nos precede. Y es curioso que las puertas de la cárcel se abrieron por la fuerza del Señor, pero después Pedro encontró dificultades para entrar en la casa de la comunidad cristiana: la persona que atiende la puerta piensa que es un fantasma y no le abre (ver Hch 12,12-17). Cuántas veces las comunidades no aprenden esta sabiduría de abrir las puertas". Y también Pablo - añadió - cuando cuenta que el Señor le ha dado tantas oportunidades para anunciar el Evangelio, utiliza la imagen de las puertas abiertas. “Dirigiéndose a la comunidad de Corinto dice: 'porque se me ha abierto una puerta grande y prometedora' (1 Cor 16,9); y en la Carta a los Colosenses los exhorta: 'Rueguen también por nosotros, para que Dios nos abra la puerta de la Palabra y podamos anunciar el misterio de Cristo' (Col 4,3)”.

“Los dos apóstoles Pedro y Pablo - comentó el pontífice - vivieron esta experiencia de gracia. Vivieron en primera persona la acción de Dios, que les abrió las puertas de su prisión interior y también de las prisiones reales donde estaban encerrados a causa del Evangelio. Y después abrió ante ellos las puertas de la evangelización, para que pudieran experimentar la alegría del encuentro con los hermanos y hermanas de las comunidades nacientes y llevar a todos la esperanza del Evangelio".

Posteriormente, asomado a la ventana de la plaza de San Pedro para rezar el Ángelus, Francisco retomó esta misma idea. Se refirió a las llaves con las que se retrata a Pedro y explicó que "la autoridad que no es servicio es dictadura. La misión que Jesús confía a Pedro no es cerrar las puertas de la casa y permitir el acceso sólo a unos pocos invitados elegidos, sino ayudar a todos a encontrar el camino para entrar, tal como propone el Evangelio de Jesús. A todos".

Y también indicó ese mismo estilo a los arzobispos nombrados este último año. Están llamados - dijo - "a ser pastores diligentes que abran las puertas del Evangelio y que, con su ministerio, ayuden a construir una Iglesia y una sociedad de puertas abiertas". Entre los prelados que recibieron el palio fue particularmente significativa la presencia de mons. Linus Neli, arzobispo de Imphal, capital del Estado indio de Manipur, cuya comunidad cristiana ha padecido graves sufrimientos por la violencia étnica durante el último año. En Asia, la lista incluye también a los arzobispos Vincent Aind de Ranchi (India), Andrew C. Alarcón de Cáceres (Filipinas), Hironimus Pakaenoni de Kupang (Indonesia) y Paulus Budi Kleden, arzobispo electo de Ende (Indonesia). De las Iglesias de Oceanía recibió el palio Mons. Mosese Vitolio Tui, que fue nombrado hace apenas unos días arzobispo de Samoa-Apia.

Por último, con motivo de la fiesta de hoy de San Pedro y San Pablo, el Vaticano también ha hecho público el informe anual sobre el Óbolo de San Pedro, que se recoge en las diócesis de todo el mundo con motivo de la Jornada de la Caridad del Papa, que se celebra el domingo más cercano a esta festividad. En 2023 se recaudaron 48,4 millones de euros en donaciones, mientras que de este fondo se desembolsaron aportaciones por valor de 103 millones de euros. Entre los países de origen de los donantes, confirma su primera posición la comunidad católica de Corea del Sur, con 1,3 millones de euros donados (es el cuarto mayor donante junto con Alemania y detrás de Estados Unidos, Italia y Brasil). Las Iglesias de Asia también se encuentran entre las beneficiarias de proyectos de asistencia directa: con los fondos del Óbolo de San Pedro fue posible realizar en el continente un total de 33 proyectos con un compromiso económico total de 2,8 millones de euros. Junto con las colectas de estos días en las parroquias y diócesis, cada fiel puede contribuir personalmente a la caridad del Papa en cualquier momento con donaciones en el sitio web www.obolodisanpietro.va.

 

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