En el Ángelus, el Papa pidió un alto el fuego en Gaza y que liberen los rehenes
Despues de la oración mariana, el pontífice habló de la guerra en Oriente Medio: "Les ruego que se detengan, en nombre de Dios", e hizo una especial referencia a los niños: "Están matando su futuro". Un nuevo llamamiento a evitar a toda costa una extensión del conflicto.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- “Sigo pensando en la grave situación en Palestina y en Israel, donde muchísimas personas han perdido la vida. Les pido que se detengan, en nombre de Dios: ¡detengan el fuego!". Al terminar el Ángelus, el Papa Francisco volvió a referirse al conflicto en Tierra Santa, como ya había hecho la semana pasada. "Espero que se sigan todas las vías para evitar absolutamente una prolongación del conflicto", insistió.
Las últimas noticias procedentes de la Franja hablan de los ataques israelíes que ayer destruyeron el colegio católico de las Hermanas del Rosario, del Patriarcado Latino, en la zona de Tel al-Hawa, y otra escuela de la ONU en el norte. También se sabe que en este momento hay cerca de 700 personas refugiadas en la parroquia de la Sagrada Familia de Ciudad de Gaza. “Que se pueda socorrer a los heridos y que las ayudas lleguen a la población de Gaza, donde la situación humanitaria es gravísima - prosiguió el pontífice -. Que liberen inmediatamente a los rehenes. Entre ellos hay también muchos niños, ¡que vuelvan con sus familias!". Precisamente a los niños el Papa dirigió esta mañana un pensamiento especial. Desde el 7 de octubre, la guerra ha dejado un saldo de 9.500 víctimas, de las cuales 3.900 eran niños, según el Ministerio de Salud palestino. El Papa habló de ellos y también de los que se encuentran involucrados "en Ucrania y otros conflictos". “Así se está matando su futuro”, afirmó antes de volver a pedir: “Recemos para que se tenga la fuerza de decir 'basta'”.
Antes del Ángelus, desde la ventana del estudio del Palacio Apostólico, Francisco habló sobre el Evangelio de este domingo (Mt 23, 1-12) y dijo que Jesús "usa palabras muy severas". De hecho, Jesús habla a la multitud y a sus discípulos sobre los escribas y fariseos, "los líderes religiosos del pueblo", y explica que "dicen y no hacen" (v. 3) y que "todas sus obras las hacen para ser admirados por la gente” (v. 5). El Santo Padre se centró entonces en dos aspectos: "la distancia entre el decir y el hacer y la primacía de lo exterior sobre lo interior".
Sobre el primer aspecto, el Papa Francisco explicó que "a estos maestros de Israel, que pretenden enseñar a los otros la Palabra de Dios y ser respetados en cuanto autoridad del Templo, Jesús cuestiona la duplicidad de su vida: predican una cosa, pero después viven otra". La duplicidad es un "peligro que hay que vigilar": "pone en riesgo la autenticidad de nuestro testimonio y también nuestra credibilidad como personas y como cristianos", afirmó el pontífice. Un peligro al que están especialmente expuestos aquellos que desempeñan un papel de responsabilidad "en la vida, en la sociedad o en la Iglesia". “Para un sacerdote, un agente pastoral, un político, un maestro o un padre, siempre se aplica esta regla: esto que dices, esto que predicas a los demás, comprométete tú a vivirlo primero”, añadió.
Con respecto al segundo aspecto, "el primado del exterior sobre el interior", dijo que es consecuencia del primero, porque, en efecto, "como viven en la duplicidad, los escribas y fariseos están preocupados por ocultar su incoherencia para salvar su reputación exterior". Ellos realizan obras "para aparentar ser justos", son estratagemas para "salvar las apariencias". Solo se trata de un "maquillaje": "mostrar belleza por fuera para ocultar la podredumbre que hay por dentro"; un mecanismo que es muy común. El camino es cuidar nuestra interioridad para ser cristianos coherentes y creíbles.
Y a partir de estas sugerencias derivadas de la Palabra del día, Francisco invitó a los fieles a preguntarse "¿Tratamos de practicar lo que predicamos, o vivimos en la duplicidad? ¿Decimos una cosa y hacemos otra?" y también "¿cuidamos de nuestra vida interior en la sinceridad del corazón?”. Concluyó dirigiéndose a la Santísima Virgen: “Ella que ha vivido con integridad y humildad del corazón según la voluntad de Dios, nos ayude a volvernos testigos creíbles del Evangelio”.
28/08/2016 13:40
24/06/2016 13:32