En el Ángelus, el Papa habló sobre Myanmar: "La paz es un camino, hay que dar pasos de diálogo"

En el Ángelus, Francisco se unió al pedido de algunos obispos birmanos "a fin de que las armas de destrucción se transformen en herramientas para crecer en humanidad y justicia". Expresó su cercanía a los fieles de la iglesia de Santa María de Estambul, que fue atacada esta mañana. Volvió a pedir por la paz en Ucrania y Oriente Medio: "Que se respete a la población"

Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- Después de rezar el Ángelus esta mañana, el Papa Francisco dirigió su primer pensamiento al pueblo de Myanmar. “Desde hace tres años (desde el golpe de Estado de 2021, ndr.) el grito de dolor y el ruido de las armas han ocupado el lugar de las sonrisas”, dijo el Pontífice, sumándose al llamamiento de algunos obispos birmanos “a fin de que las armas de destrucción se transformen en instrumentos para crecer en humanidad y justicia". “La paz es un camino”, añadió luego, e invitó a las partes implicadas “a dar pasos de diálogo y de comprensión”, para que Myanmar pueda alcanzar “la meta de la reconciliación fraterna”.

Este fue el primero de una serie de llamamientos y muestras de cercanía. No menor fue la que dirigió a la comunidad de la iglesia católica de Santa María, en el barrio de Saniyer de Estambul, que esta mañana - alrededor de las 9.40 hora italiana - "sufrió un ataque armado durante la misa que dejó un muerto y varios heridos". explicó Bergoglio desde la ventana del Palacio Apostólico. La víctima habría sido un ciudadano turco. El ataque fue condenado por el ministro del Interior turco, Ali Yerlikaya, y el ministro de Relaciones Exteriores italiano, Antonio Tajani. Este es el último de una serie de ataques contra las iglesias, un fenómeno que ha registrado un aumento "sin precedentes" en el último año, según revela el informe Puertas Abiertas 2024 sobre la persecución de los cristianos en el mundo.

“Que se permita el paso de la ayuda humanitaria para garantizar lo necesario a todas las personas”, afirmó también el Santo Padre, refiriéndose a las zonas donde hay conflictos: Myanmar, Israel y Palestina. “Donde quiera que haya combates – añadió -, ¡respeten a la población!". Francisco dirigió después un pensamiento especial a "todas las víctimas, especialmente civiles, causadas por la guerra en Ucrania". Pidió para ellas atención y cuidado: "Que se escuche su grito de paz: ¡el grito de la gente, que está cansada de la violencia y quiere que termine la guerra". Esta última, reiteró con convicción el Papa, "¡es un desastre para los pueblos y una derrota para la humanidad!".

Continuando con el tema de la paz, Bergoglio saludó a las chicas y muchachos de Acción Católica de las parroquias y escuelas católicas de Roma, que, junto con sus educadores y padres, llegaron en gran número a San Pedro para cerrar la 45ª "Caravana de la Paz" por las calles de la capital. Jóvenes que llenaron de entusiasmo la plaza, con cantos y bailes protagonizados desde el escenario habilitado para la ocasión. “Han reflexionado sobre la llamada a ser custodios de la creación, don de Dios (el tema de este año de la AC es “¡Ésta es vuestra casa!”, nde.)”, comentó el Santo Padre. “¡Gracias por su presencia!”, continuó. “Y gracias por su compromiso en la construcción de una sociedad mejor”. Junto al Papa Francisco, en la ventana durante el Ángelus de hoy, estuvieron presentes dos niños de la ACR que leyeron un mensaje. “Estamos aquí para gritarle a la ciudad nuestro deseo de paz”, afirmaron.

El Papa también dijo estar aliviado por la "liberación de las religiosas y de las otras personas secuestradas con ellas en Haití la semana pasada", en referencia al secuestro, el 19 de enero, de seis hermanas de la Congregación de Santa Ana y de algunas personas que viajaban con ellas. La liberación de las religiosas tuvo lugar hace tres días. “Pido que se libere a todos los que siguen secuestrados y que se ponga fin toda forma de violencia”, dijo el Pontífice, y a continuación pidió un esfuerzo compartido de todos para poner fin a los conflictos: "Cada uno debe ofrecer su contribución para el desarrollo pacífico del país, para lo que se necesita un apoyo renovado de la comunidad internacional".

Por último, el Papa Francisco recordó la Jornada Mundial de los Enfermos de Lepra que se celebra hoy. "Animo a todos los implicados en el auxilio y la reinserción social de las personas aquejadas por esta enfermedad que, aunque en disminución, sigue siendo una de las más temidas y afecta a los más pobres y marginados", afirmó. En la plaza de San Pedro se podía ver una larga pancarta de la Asociación italiana de Amigos de Raoul Follereau, una ONG comprometida desde hace 60 años en la lucha contra la lepra y las formas de discriminación y marginación que de ella se derivan.

En la reflexión sobre la Palabra del día (Mc 1,21-28), que precedió a la oración mariana, el Papa Francisco centró la atención en aquellas que son “las "cadenas" que sofocan nuestra libertad”, haciendo referencia al episodio evangélico en el que Jesús libera a una persona poseída por un espíritu maligno. El diablo, afirmó, "quiere poseer para encadenar nuestras almas". Se refirió luego a algunas de esas cadenas, como las adicciones, "que nos hacen esclavos, siempre insatisfechos, y devoran energía, bienes y afectos"; las modas dominantes, "que nos empujan al perfeccionismo imposible, al consumismo y al hedonismo"; tentaciones y condicionamientos, "que socavan la autoestima, la serenidad y la capacidad de elegir y amar la vida"; el miedo "que nos hace mirar al futuro con pesimismo"; y la idolatría del poder, "que genera conflictos y recurre a las armas que matan o se sirve de la injusticia económica y de la manipulación del pensamiento". De todos ellas, afirmó Bergoglio, "Jesús vino a liberarnos". Y Él nunca "dialogó con el diablo". Añadiendo que cuando uno se siente "tentado y oprimido" no debe dialogar con el diablo sino invocar al Señor, porque el Señor hoy también quiere repetirle: "Vete, deja ese corazón en paz, no dividas el mundo, las familias, las comunidades". [...] . Para que reine entre ellos el amor, la alegría, la mansedumbre, y en lugar de la violencia y los gritos de odio, haya libertad y paz".