En el Congreso, Xi reafirma: “Sinizar” las religiones, bajo la guía del Partido comunista
En su discurso de ayer en el Congreso del Partido, Xi Jinping ha reafirmado los “nuevos abordajes” en relación a las actividades religiosas. Para la Iglesia católica, se reafirma la independencia de los nombramientos y de las ordenaciones de obispos. En el Congreso están presentes dos obispos: Juan Fang Xingyao de Linyi, y Mons. José Ma Yinglin de Kunming.
Beijing (AsiaNews) - “Sinizar las religiones”: es el rumbo a tomar sobre el cual ha insistido y que ha subrayado Xi Jinping en su reporte de trabajo expuesto ayer en la apertura del 19no Congreso nacional del Partido comunista chino. La “sinización”, junto a otros objetivos y visiones, forman parte del “pensamiento Xi Jinping” expresado en su discurso, que muchos han definido como “épico”, y el cual se piensa pasará a convertirse en dogma del Partido.
Ayer, inmediatamente después del discurso de Xi, que duró tres horas y media, “Weyan Zhongjiao”, una cuenta oficial de Wechat (el Whatsapp chino) de la Administración estatal de asuntos religiosos (SARA) difundió un resumen elaborado en base a cuatro puntos, tomando las partes referidas a las religiones del discurso pronunciado por el Secretario general del Partido.
Lo más probable es que el Congreso, que cuenta con la participación de 2280 representantes del Partido, se extienda hasta el 24 de octubre. Entre los 74 huéspedes especiales invitados al encuentro, además de los cinco líderes de Cuatro religiones, están los obispos Juan Fang Xingyao de Linyi (Shandong) (v. foto 2) y Mons. José Ma Yinglin de Kunming (Yunnan), presidentes de la Asociación Patriótica y del Consejo de obispos chinos, respectivamente. Ambas organizaciones no son reconocidas por la Santa Sede.
En su discurso, Xi ha dicho que el Partido aplicará enteramente su política de principios en lo que actividades religiosas se refiere, “manteniendo el principio de que las religiones en China deben ser chinas en su orientación, y proveerá a las religiones de una guía activa, a fin de que las religiones puedan adaptarse a la sociedad socialista”.
Él dijo que el Partido también debe protegerse rigurosamente y tomar medidas resueltas para combatir cualquier acto de infiltración, subversión, sabotaje, actividades terroristas violentas, actividades de separatismo étnico y de extremismo religioso, para salvaguardar la seguridad nacional.
Xi también se refirió a una creciente democracia socialista de impronta consultiva, de la “consolidación del Frente patriótico unido, y de nuevos abordajes adoptados para el trabajo vinculado a los asuntos étnicos y religiosos”, para dar importantes pasos en el desarrollo de una sociedad socialista y del estado de derecho.
Para sostener y desarrollar el socialismo con características chinas, él dijo que el Partido debe llevar a cabo “análisis teóricos y brindar una guía política” en los asuntos étnicos y religiosos, además de en otros aspectos como son los asuntos políticos, el estado de derecho, la cultura, la educación, el bienestar del pueblo, el frente unido, los asuntos internacionales y la construcción del Partido.
En su discurso, Xi no explicó cuáles serían estos “nuevos abordajes” en relación a las actividades religiosas. En su perfil de Facebook, Ying Fuk-tsang -director de la Divinity School en la Chinese University de Hong Kong-, escribe que la “sinización de las religiones”, una dirección establecida por Xi en el encuentro con el Frente unido del 2015, es uno de los puntos centrales de la teoría sobre las religiones para el socialismo con características chinas, propio de una nueva era.
Muchos cristianos de China interpretan la palabra “sinizar” como una sumisión de la religión al Partido.
En “Qiushi”, una revista de reflexiones comunistas que lleva adelante el Comité central del Partido, hace algunas semanas apareció un artículo que quizás da algunas pautas en relación a estos “nuevos abordajes”.
Publicado el 15 de septiembre pasado, el artículo se titula “Teoría y práctica innovadora en las actividades religiosas del 18vo Congreso nacional de Partido comunista chino”, es decir desde 2012 hasta hoy. En el mismo, se dice que Xi “ha ofrecido una serie de pensamientos y visiones nuevos, así como nuevos requisitos en relación a las actividades religiosas, y ha trazado una serie de importantes decisiones” en la Conferencia nacional sobre actividades religiosas del 2016.
El artículo resume los puntos centrales subrayados por Xi en dicha Conferencia, que abarcan la provisión de una “guía” dirigida a los sectores religiosos, además de insistir en el principio de independencia en las religiones, y en el caso de la Iglesia católica, sostener la elección y ordenación de obispos de manera independiente, potenciando las fuerzas patrióticas.
Una personalidad eclesial que ha pedido mantenerse en el anonimato, ha resaltado que la SARA y el Departamento del Frente Unido “en numerosos artículos del año pasado han citado muchas veces [el aspecto de] ‘trazar importantes estrategias’ para las diversas religiones.
“Estos artículos –continúa la personalidad eclesial- no brindan elementos que puedan permitir entender en qué consisten estos planes o estrategias, puesto que las mismas no son publicitadas. Pero en lo que respecta a la Iglesia católica, lo que queda claro es que se quiere trazar una estrategia para afrontar negociaciones entre China y el Vaticano”.
Dichas negociaciones, que se dan a través de encuentros que se realizan periódicamente –uno de ellos se dio en octubre- se concentran, ante todo, en el tema del nombramiento de los obispos chinos. Por lo que sabemos acerca de estos diálogos, China reivindica el derecho de nombrar y ordenar los obispos propios, dejando a la Santa Sede un mero poder de veto, que resulta bastante vago.
02/08/2016 19:26