En Tartaristán celebran 1.100 años de Islam
En 2022, se recordará la conversión de los búlgaros del Volga, antigua población de la región. La iniciativa más importante es la construcción de una mezquita-catedral en Kazán. El Islam ruso siempre ha convivido armónicamente con el cristianismo ortodoxo.
Moscú (AsiaNews) - El viceprimer ministro de la República rusa de Tartaristán, Marat Khusnullin, aprobó el plan de celebraciones del 1.100 aniversario de la conversión al islam de los búlgaros del Volga, antigua población de la región de los Urales en los tiempos de la Rus' de Kiev.
Se han programado 71 eventos para 2022. El más importante es la construcción en Kazán - capital de la república tártara - de un enorme complejo denominado Mezquita "Sobornaja" o "Catedral" (ver foto de la maqueta). El edificio sagrado incluirá un museo, una biblioteca y varias salas de exposiciones y lectura (madrasas). También habrá importantes iniciativas en las regiones cercanas de Ulyanovsk y Nizhny Novgorod, así como en Moscú.
En Kazán se abrirá un centro científico para el estudio y la difusión de manuscritos de fuentes islámicas. Estará abierto para investigadores y público en general y facillitará el acceso a todos los documentos conservados por las distintas bibliotecas e instituciones científicas.
También se han programado una serie de conferencias sobre "Rusia y el mundo islámico", con la participación de la Organización para la Cooperación Islámica, el Centro KazanSummit de Estudios Económicos y la Unesco, que celebrará en Kazán la 45ª reunión del Comité del Patrimonio Mundial.
Los búlgaros del Volga eran la población originaria de la región oriental de la actual Rusia europea. En el 988, en el momento del bautismo cristiano de la Rus', el príncipe de Kiev Vladimir los había interrogado para decidir qué religión adoptar. Según la antigua Crónica de Nestor, la falta de higiene en las reuniones de oración y el rechazo de las bebidas alcohólicas llevaron a los rusos a elegir el cristianismo bizantino, que fascinó a los enviados de Kiev con el esplendor de los ritos de Santa Sofía en Constantinopla.
La invasión de la Rus de Kiev por las hordas tártaro-mongolas a principios del siglo XIII, inmediatamente después de la muerte de Genghis Khan, fue precedida por la aniquilación de los búlgaros orientales, que de esa manera desaparecieron de la historia. Los tártaros no tenían una religión oficial y admitían cultos locales, asimilándose así al Islam de Kazán, mientras que los kanatos de Asia y Medio Oriente recién se convirtieron a la religión musulmana a fines del siglo XIV.
Conquistada posteriormente por los rusos bajo el mando del primer zar Iván el Terrible, a mediados del siglo XVI, Kazán se integró a la corte de Moscú. Debido a estas dinámicas históricas, el Islam de los tártaros rusos siempre ha estado en armonía con el cristianismo ortodoxo como la segunda religión tradicional del Estado ruso.
Las celebraciones de Kazán se consideran una especie de acompañamiento de la glorificación de la Rusia cristiana y no constituyen un motivo de conflicto interreligioso sino que, por el contrario, dan testimonio de la especificidad de Rusia como país capaz de lograr la armonía entre las grandes religiones, a diferencia del histórico conflicto occidental entre el cristianismo y el islam.