En Seúl, 3.000 personas rezaron por la paz en la península coreana (Fotos)
La misa fue concelebrada por el Card. Yeom y por el nuncio de Corea y Mongolia, Mons. Xuereb. El Card. Yeom afirma que la desnuclearización es “una de las condiciones necesarias” para la paz, pero que el “viaje” debe proseguir. Su deseo de visitar a los fieles del Norte. El nuncio recuerda el amor y el apoyo del Papa al pueblo coreano.
Seúl (AsiaNews) – Para los cristianos, la oración es el “arma más eficaz” cuando se trata de favorecer la paz y la desnuclearización de la península coreana. Es lo que afirmó el arzobispo de Seúl, el Card. Andrés Yeom Soon-jung, al dirigirse a las 3.000 personas que participaron en el encuentro de oración por la paz, celebrado el 23 de junio en Seúl.
El encuentro se llevó a cabo en el auditorio del liceo Dongsung, y fue organizado por el Comité para la reconciliación nacional de la arquidiócesis de Seúl. Se hizo con ocasión de la Jornada Nacional de Oración por la Reconciliación Nacional, que fuera establecida por la Conferencia episcopal coreana en el año 1965. La fecha se celebra todos los años, el domingo más próximo al 25 de junio, día en que estalló la trágica guerra fratricida, hace 68 años. El 23 de junio se celebró una misa, una breve plegaria colectiva y un testimonio sobre las condiciones de vida que rigen en Corea del Norte. En la misa, concelebraron el Card. Andrés Yeom Soon-jung, arzobispo de Seúl, Mons. Alfredo Xuereb, nuncio de Corea y Mongolia, Mons. Marco Sprizzi, consejero de la Nunciatura, el Pbro. Aquiles Chung Se-Teok, responsable del comité organizador y una decena de sacerdotes de la arquidiócesis de Seúl.
En la homilía, el Card. Yeom subrayó la importancia de la oración por la paz. “Aunque se llegue a la desnuclearización de Corea del Norte y se aplaquen las tensiones militares en la península coreana –dijo- eso, por sí solo, no basta para establecer una verdadera paz en esta tierra. No es sino una de las condiciones necesarias para establecer la verdadera paz”. El “viaje de construcción de la paz” que se inició con la cumbre entre las dos Coreas y con los Estados Unidos debe proseguir, superando los intereses nacionales, políticos y personales, “para tender al bien común de todas las personas, del Sur y del Norte, para que puedan vivir una vida que sea realmente humana” y para “contribuir a la promoción de la paz en Asia y en el mundo”.
“Por eso –continuó el cardenal- todos debemos, en la medida de lo necesario y asentados en la solidaridad con todas las personas de buena voluntad del mundo entero, velar por la construcción de la paz y ayudar a las autoridades directamente responsables, para hacer que éstas no se aparten del camino justo, mientras hacemos, en lo concreto, todo lo que esté a nuestro alcance individualmente, en nuestra vida cotidiana. Es precisamente éste el modo en que cada uno de nosotros trabaja por la paz, difundiendo el ‘Evangelio de la paz’ (Ef. 6:15) entre quienes tenemos cerca, de acuerdo a las circunstancias que nos tocan”.
Por último, el arzobispo de Seúl y administrador apostólico de Pyongyang reafirmó su ardiente deseo de visitar a los fieles del Norte en un futuro, siendo él el pastor responsable de esa grey. “Como administrador apostólico, suplico y ruego con todo mi corazón para que Dios acelere el día en que la libertad religiosa sea realmente asegurada en el Norte, de modo que yo pueda reunirme con los fieles de allí, para ofrecer a Dios oraciones de acción de gracias y glorificarlo junto a ellos, propagando la nueva noticia de salvación para todos”.
Al finalizar la misa, Mons. Xuereb pronunció un breve discurso –que fue interrumpido varias veces por los aplausos de los presentes- en el cual recordó el apoyo y el amor del Papa a la Iglesia de Corea y al pueblo coreano. El nuncio luego alentó a los presentes a rezar el Ave María, “Reina de Corea” y de la Paz, tal como hiciera el pontífice durante el Ángelus del 10 de junio.
10/09/2018 11:04
25/05/2018 09:50