En Qatar 2022 la gente muere en el trabajo incluso durante el Mundial
Un migrante filipino se cayó de gran altura mientras realizaba trabajos de reparación en un resort utilizado por la FIFA. Una muerte que se suma a otras miles que ocurrieron en obras relacionadas con el acontecimiento. Human Rights Watch denuncia la indiferencia de los organizadores. Pero, según una encuesta, en Manila la gente de todos modos cree que la Copa del Mundo "difunde positividad y une al mundo".
Doha (AsiaNews/Agencias) – Un trabajador migrante empleado en obras relacionadas con el Mundial de fútbol murió en Qatar mientras se desarrollaba un partido. Ni las autoridades de Doha y ni las de la FIFA manifestaran ningún tipo de interés al respecto. El caso de Alex -nombre verídico de un trabajador filipino que murió recientemente al caer desde una gran altura mientras realizaba trabajos de mantenimiento en uno de los resorts utilizados para el evento deportivo- fue denunciado por Human Rights Watch con un duro comunicado de prensa en el que acusa a los responsables de la organización del Mundial de haberse negado a comentar lo ocurrido.
El de Alex sería solo el último caso registrado de los "miles de trabajadores migrantes" (6.500 según el diario británico The Guardian) que habrían perdido la vida para hacer posible la preparación y realización del evento deportivo, que ya estuvo en la mira debido a las denuncias en este sentido desde varias partes a lo largo de los años. A diferencia de muchas otras muertes que todavía están sin respuesta, en este caso -que ocurrió mientras los reflectores de todo el mundo apuntaban a Doha- las autoridades locales habrían iniciado una investigación sobre las causas del accidente y se habrían puesto en contacto con la familia en Filipinas. Sin embargo, las reacciones de los responsables del evento deportivo y también del secretario general de la FIFA habrían demostrado muy poca sensibilidad.
“Esta vergonzosa actitud oficial ante la muerte de trabajadores migrantes se refleja en la incapacidad de las autoridades para investigar miles de muertes de trabajadores extranjeros desde 2010 (año en que se le adjudicó el Campeonato del Mundo). También ignora que muchas de estas muertes se hubieran podido prevenir. Por el contrario, las autoridades han atribuido sistemáticamente las muertes no investigadas a "causas naturales" o "paro cardíaco", y eso priva a las familias de los migrantes de la posibilidad de ser indemnizadas en base a la legislación laboral de Qatar".
"El Comité de Qatar se apresuró a negar que la muerte estuviera bajo su jurisdicción, a pesar de que Alex estaba reparando una instalación de la FIFA en el momento del accidente", señaló la organización de derechos humanos con sede en Nueva York. "La respuesta de la FIFA y de las autoridades de Qatar ejemplifica la prolongada indiferencia de los responsables con respecto a la vida de los trabajadores migrantes, el reiterado encubrimiento de hechos esenciales y la falta de responsabilidad para garantizar la seguridad de los trabajadores migrantes".
A pesar del gran número de informes sobre el trato a menudo deficiente, ilegal o represivo que reciben sus compatriotas que se encuentran en Qatar por razones de trabajo, según una encuesta realizada por el periódico económico de Manila Business World, alrededor del 60% de los filipinos todavía creen que la Copa del Mundo puede "difundir positividad y unir al mundo". El porcentaje es similar al que registró la empresa de estudios de mercado Tgm Research en una investigación que se llevó a cabo en varios países del mundo.