En París el Sínodo de los maronitas en Francia y en toda Europa
París (AsiaNews)- Son al menos 85 mil en Francia y unos 130 mil entre las naciones de Europa. Es propiamente dirigiéndose a ellos que mañana en París comenzará el Sínodo Diocesano Maronita, el primero de este tipo realizado fuera del Líbano. Estará presidido por Mons. Maroun-Nasser Gemayel, nombrado obispo de la nueva diócesis maronita de Francia, Eparquía de Nuestra Señora del Líbano de París de los maronitas, ndr, y visitador apostólico en Europa desde diciembre de 2012. El Sínodo reunirá a representantes de las 32 parroquias maronitas de 15 naciones europeas, junto a algunos obispos de la diáspora libanesa. Las sesiones de trabajo se tendrán en la parroquia Notre Dame des Champs, en el boulevard Montparnasse (París).
En el curso de una conferencia de prensa tenida en el departamento Franco- Libanés, en la calle de Ulm, "símbolo de la presencia cultural y religiosa de los maronitas en Francia, así como la unión histórica entre maronitas y Francia", el nuevo obispo ilustró el sentido de esta ocasión de reflexión interna de la Iglesia.
¿Por qué convocar un Sínodo diocesano? Se preguntó mons. Gemayel, el cual agregó: "¿Cuáles son los compromisos que debemos tomar y cuáles son las directivas que dar? Nosotros daremos respuestas progresivas, durante los tres días de la primera sesión prevista entre el 12 y 14 de diciembre de 1013; y luego continuaremos sin parar, hasta el acto final con la clausura del Sínodo en diciembre 2014". Mientras tanto, el obispo maronita subrayó que este tiempo de reflexión se desarrollará en el curso del año y que la sesión en cuestión no es más que el acto inicial de un largo camino.
En el espíritu de mons. Gemayel, el objetivo final del Sínodo es invitar a los fieles de la Iglesia maronita, que viven en Francia y en Europa, a descubrir la propia identidad eclesial oriental, que arriesga de quebrarse en contacto con la Iglesia latina y a convencerse que esa puede ser vivido bajo todo cielo. Y dijo que hay que descubrir el sentido de la propia misión, que es la misma para todas las Iglesias: anunciar a Jesucristo.
Pero para poder hacer todo esto es necesario salir del letargo en el cual ha caído, organizarse, dar vida a parroquias, ponerse en contacto. "No hay tiempo que perder2, insistió el neo-obispo "para nosotros maronitas en Francia y Europa [...] es tiempo de reencontrar los fundamentos de la renovación de nuestra pertenencia eclesial, la conciencia de nuestra vida en la Iglesia y su desarrollo, de crear nuevas parroquias y misiones maronitas, y de federarlas entre ellas [...] He aquí el primer mensaje de nuestro Sínodo diocesano".
Ser maronita en Europa
"El otro mensaje lanzado por este Sínodo", prosiguió mons. Gemayel "consistirá en el enfrentar una pregunta fundamental, que nos toca: ¿qué quiere decir hoy ser maronita en Francia y en Europa? ¿Cómo adecuarse a vivir nuestro "ser maronita" en un contexto diverso del medio oriental? ¿Estamos quizás condenados en vivir siempre en el extranjero? ¿Cuál estatuto dar a los maronitas nacidos de matrimonios mixtos, cuya descendencia representa a la la tercera , cuarta o quinta generación? Es como conciliar la libertad de elección, por otro lado legítima, que puede llevar a casarse con personas de otra nacionalidad. Al centro de este trabajo sinodal, nosotros estamos por lo tanto llamados a una toma de conciencia que no será para nada fácil de hacer".
El nuevo obispo maronita de Francia trató de hacer un borrador de respuestas, afirmando que "son sus raíces, que permiten al Cedro [el Líbano es nombrado el País de los cedros, ndr] crecer y debe preservar su aspecto orgulloso, tanto en Francia como en Europa y en el Líbano [...] No creo que un maronita se deba definir por la tierra de pertenencia, sino más bien es la fe que profesa en definirlo: una fe que no es delimitada por un territorio, sino es una fe transnacional y que va más allá del medio Oriente!
La misión de los maronitas
Al final, mons. Gemayel fijó un tercer objetivo para el Sínodo diocesano: despertar en los maronitas de Europa el sentido de su misión. "Esta misión- subrayó el prelado- es simple y dura el mismo tiempo. Simple, porque mira a la conservación y al reforzamiento de la fe de los maronitas en Francia y Europa", pero al mismo tiempo difícil porque esa no se encuentra en ninguna otra parte sino en la Iglesia.
"Si no formamos una Iglesia, no seremos más que una comunidad confesional en manos a todos los conflictos", insistió el obispo. "Porque el sentido de enrocarse en una comunidad y fundamentalmente un sentimiento de respuesta instintiva y índice de miedo. Eso está a las antípodas respecto al espíritu que anima nuestra Iglesia y nos reúne en Sínodo. Tomemos entonces conciencia que somos una porción de pueblo de Dios y no una comunidad antropológica contrapuesta a la otras en el continente europeo, americano o africano".
Para mons. Gemayel se prospecta un compromiso difícil: evangelizar a los maronitas en Europa descristianizada e indiferente a Dios y despolitizar a los maronitas provenientes de un País en guerra o al menos obrar en modo que sea la propia identidad espiritual la que determine su relación los unos contra los otros y no sus propias elecciones, pertenencias o afinidades políticas, en particular modo libaneses.
La paradoja cultural es al mismo tiempo evidente: factor de movilidad en su país, los maronitas están invitados a ser modelos de enraizamiento (en la fe), en su nación de adopción.
El Sínodo se abrirá mañana con una misa solemne, en la capilla de la Medalla Milagrosa. Una análoga función está prevista también el 13 de diciembre, en la catedral de Notre Dame de París. Entre las personalidades de primer plano presentes al encuentro estará el nuncio Apostólico en Francia Mons. Marwan Tabet y el nuevo obispo maronita de Canadá, que hablará de la joven experiencia canadiense. Los comités formados durante la primera sesión de trabajos, se encontrarán otras veces: en mayo de 2014 y en diciembre del mismo año. Los documentos finales serán difundidos en 2015.
17/12/2016 13:14
23/12/2015
29/08/2020 11:22