En Orissa, un cristiano fue decapitado por su fe

El hombre se llamaba Anant Ram Gand y era padre de cinco hijos. Fue arrastrado fuera de su casa ante la mirada de su hijo. Había sido bautizado dos meses atrás en la Iglesia evangélica, pero su conversión era vista con malos ojos por los radicales de la aldea. Presidente de Persecution Relief: “Queremos la libertad de culto”.

Nueva Delhi (AsiaNews) – Un hombre cristiano evangélico fue decapitado en Orissa, a causa de su fe. En diálogo con AsiaNews, denuncia el hecho Shibu Thomas, fundador de la red Persecution Relief, que se ocupa de defender a los cristianos que son discriminados en la India. La víctima se llamaba Anant Ram Gand, tenía 40 años y era padre de cinco hijos. Thomas cuenta que “él se había convertido al cristianismo hace nueve meses, y apenas dos meses atrás había recibido el bautismo. Su conversión suscitó la ira de los habitantes de la localidad, en su mayoría, hindúes fanáticos. Fueron estos últimos los que armaron a los Naxal [la guerrilla maoísta india, ndr], que perpetraron materialmente el homicidio”. El líder cristiano declara: "Como presidente del grupo, exijo al Primer Ministro y al Jefe de Gabinete que pongan en marcha una investigación. El gobierno debe otorgar un resarcimiento a la familia y a los cinco hijos. Debe pronunciarse claramente sobre las persecuciones que se llevan adelante contra los cristianos, y proteger la libertad de culto. ¡Detengan esto ya mismo!”.

El homicidio se produjo el 11 de febrero en la localidad de Raigarh Tehsil, distrito de Nabarangapur. La noticia fue difundida ayer por Persecution Relief, tras mantener una reunión con la familia del cristiano. El grupo informa que el día del asesinato, Sukbati (38 años), la mujer de la víctima, se había dirigido a una aldea vecina junto a sus cuatro hijas (de 13, 11, 3 y 2 años), mientras que Anant se quedó en casa con su hijo de 6 años, Purno. El pequeño contó que se despertó por el ruido de tres hombres que tocaban a la puerta y llamaban al padre a los gritos. Tras atarle las manos por la espalda, arrastraron a su padre por la fuerza, llevándolo fuera de la casa. Los asesinos no atinaron a detenerse ante el llanto desconsolado del pequeño que los perseguía: lo apartaron brutalmente y lo amenazaron para que no los siguiera. El niño fue corriendo a casa de un tío que vive cerca de allí y alertó sobre lo que estaba sucediendo.

El cuerpo de Anant fue hallado en plena calle, a la luz del día, con la cabeza cortada. Antes de decapitarlo, le aplastaron el cráneo con una roca. Lo que desencadenó la furia homicida fue su conversión al cristianismo nueve meses atrás, a la cual se sumó toda la familia. Shibu Thomas cuenta: “Los radicales hindúes de la aldea jamás lo aceptaron, eran hostiles [a su conversión] y usaron a los Naxal para perpetrar el homicidio”. En efecto, en el pasado, el hombre manifestó simpatía por los guerrilleros maoístas. Thomas revela: “Jamás participó en los combates, pero los hindúes hicieron creer a los Naxal que el cristiano había revelado sus secretos a la policía. Pero lo cierto es que Anant Ram no era enemigo de nadie”.

Según el líder cristiano, el creyente no constituía una amenaza para nadie. Muy por el contrario, él era quien recibía amenazas de los habitantes, que “lo discriminaban y no le permitían recoger agua del pozo público”. Luego de su conversión, el hombre fue proscripto por la aldea y debió mudarse a un lugar más alejado, a un km de distancia.

Anant pertenecía a la Iglesia evangélica india (Indian Evangelical Team, LED). “Hoy en día, ser cristiano, viviendo en la India, significa ser acosado todos los días: si rezas en familia, te dan una paliza, si rezas en una iglesia doméstica, te apalean, incluso te golpean en plena calle. El artículo 25 de la Constitución [que tutela la libertad de credo y de difusión de la fe, ndr] no es aplicable para los cristianos que viven en la India. Queremos que nos protejan. Los cristianos de las aldeas viven con miedo”.