En Oriente Medio, el 88% de las ejecuciones mundiales en 2020

Irán, Egipto, Irak y Arabia Saudita ocupan cuatro de los cinco primeros puestos del mundo según datos de Amnistía Internacional. Las personas ejecutadas por Riad (menos 85%) y Bagdad (menos 50%) están disminuyendo. Incremento vertiginoso en El Cairo con más del 300%. La cifra global es la más baja de la última década.

Bagdad (AsiaNews / Agencias) - Cuatro de los cinco países del mundo - excluyendo China, que no proporciona datos oficiales - que más han recurrido al verdugo el año pasado se encuentran en Oriente Medio. El informe de Amnesty International muestra que el 88% del total mundial de ejecuciones en 2020 tuvo lugar en Irán, Egipto, Irak y Arabia Saudita. Teherán es también el primero del mundo en cuanto a personas ejecutadas en relación con la población .

La cifra mundial de sentencias a muerte ejecutadas es la más baja de la última década. Sin embargo, no incluye las ejecuciones en China, donde el verdugo golpearía miles de veces cada año y el uso de la pena capital es masivo, pero las cifras están cubiertas por el secreto de Estado.

Según el grupo activista, en Oriente Medio hay una "persistencia despiadada y escalofriante" de las ejecuciones a pesar de la pandemia mundial Covid-19, que había llevado a una reducción parcial a principios del año pasado. Analizando los datos, el número total cayó de 579 en 2019 a 437 en 2020. Entre los países que registraron el mayor descenso se encuentran Arabia Saudita con un 85% menos (27 en total), e Irak con una reducción del 50% (45 ejecuciones).

Sin embargo, el descenso en algunos países se ve ensombrecido por el aumento del 300% registrado en Egipto, que ejecutó a 107 personas en un año convirtiéndose en la tercera nación del mundo. De ellos, al menos 23 fueron condenados por delitos relacionados con la "violencia política" en juicios injustos y con "confesiones" extraídas por la fuerza, combinadas con otros abusos y hostigamientos psicológicos y físicos.

Irán, con 246 ejecuciones oficiales, es el segundo país del mundo después de China, cuyo número se desconoce. Los activistas afirman que Teherán utiliza cada vez más la pena de muerte como "arma de represión política" contra disidentes, manifestantes y miembros de minorías.

Entre los países denunciados también está Qatar, que el año pasado aplicó una sentencia de muerte por primera vez en 20 años, lo que supone un "alarmante retroceso". Se trata de un inmigrante nepalí condenado por asesinato y ejecutado por un pelotón de fusilamiento en mayo pasado.