En Luzón, sube a 74 el saldo de víctimas del súper tifón. En Itogon continúan excavando
Hay cerca de 40 personas que continúan atrapadas bajo tierra. Mangkhut constituye la tempestad más potente del 2018 y a su paso ha destruido viviendas y ha inundado importantes regiones agrícolas en las Filipinas septentrionales. Hong Kong y el sur de China también fueron azotados.
Manila (AsiaNews/Agencias) – En este momento, cientos de socorristas siguen excavando manualmente, con la esperanza de llegar hasta donde están las víctimas de una avalancha masiva, la cual se teme haya terminado con la vida de decenas de personas en la provincia más golpeada por el súper tifón Mangkhut. Mientras tanto, el saldo oficial de muertos provocados por la tempestad ha subido a 74.
El tifón, el más potente de todo el 2018, ha destruido viviendas y ha inundado importantes regiones agrícolas de las Filipinas septentrionales, antes de azotar Hong Kong y el sur de China con sus fuertes vientos y lluvias torrenciales. En Hong Kong se está llevando a cabo una imponente operación de limpieza para remover los árboles caídos, reparar calles y carreteras cortadas y restablecer el tendido eléctrico dañado. La violenta tempestad mató a cuatro personas en la provincia meridional de Guangdong, en China.
Según informa la policía filipina, en el norte de la isla de Luzón, en este momento las víctimas fatales suman 74, pero se espera que el saldo se eleve en las próximas horas. Cerca de 40 personas continúan atrapadas bajo tierra, tras producirse una avalancha en Itogon (provincia de Benguet) hace tres días. “Si bien, como ya he dicho, hay un 99% de probabilidades de que estén todos muertos, sigue habiendo un 1% de posibilidades de que yo esté equivocado –declara el intendente de Itogon, Victorio Palangdan – Las tareas de socorro seguirán adelante, mientras el presidente no ordene detener las operaciones”.
El área ya era proclive a sufrir desastres antes de que azotara Mangkhut, debido a las constantes lluvias del monzón que se prolongaron durante casi un mes. Casi todas las víctimas de la tempestad murieron en las decenas de avalanchas que se desencadenaron a lo largo de la cadena montañosa conocida como la Cordillera, un importante territorio para la extracción del oro. En el norte de Luzón, la isla que produce una parte considerable del arroz y del maíz de la nación, las fábricas fueron invadidas por el agua fangosa. Los agricultores tratan de analizar qué cosechas tienen posibilidades de salvarse. Sin embargo, los cálculos indican que las pérdidas sumarían más de 100 millones de dólares estadounidenses.
