En Ky Anh se manifiestan contra el desastre ambiental y 4.000 católicos son atacados por la policía
Los manifestantes reclaman justicia, puesto que la contaminación causada por la Formosa Plastic Group ha obligado a pasar hambre a cientos de familias de pescadores. La manifestación se dirigía a las oficinas comunales, pero fue bloqueada por barricadas de agentes. Varias personas resultaron heridas por los golpes de bastón policial.
Hanói (AsiaNews/RFA) – Unos 4.000 católicos de la pequeña ciudad de Ky Anh, en el centro del país, fueron bloqueados y golpeados por la policía mientras se manifestaban contra la inercia del gobierno para afrontar la matanza de peces que ha puesto de rodillas a los pescadores de la provincia. Desde el mes de abril 70 toneladas de peces han muerto a causa de la contaminación causada por el Formosa Plastic Group, grupo empresario taiwanés dedicado a la siderurgia que ha descargado sus residuos en las aguas del mar. En estos cuatro meses las autoridades aún no han indemnizado a los trabajadores perjudicados, y tampoco han ayudado a las familias que están pasando dificultades.
Phuong, una de las manifestantes, cuenta: “El 15 de agosto decidimos marchar hacia la oficina comunal, pero la policía ya había bloqueado todos los accesos a la autopista”. Cerca de 200 agentes fueron movilizados para construir barricadas y frenar así la marcha de las personas: “Algunos manifestantes trataron de escalar las barricadas –continúa la mujer- pero no lo lograron. La policía usó los bastones para golpear a la gente, y una mujer resultó herida”.
Al final, los manifestantes lograron llegar a las oficinas de la Comisión popular, “pero estaban cerradas, así que tuvimos que volver todos a casa”.
Nguyen Thanh Lang, administrador de la parroquia de Quy Hoa, afirma que “una persona anciana quedó con el brazo fracturado a causa de la violencia de la policía. Otros fueron internados en el hospital”. Un funcionario de Ky Anh negó que la policía haya golpeado a los manifestantes, afirmando que las personas terminaron lastimadas a causa de la multitud que se creó.
La mayor parte de los habitantes de las provincias centrales de Vietnam viven de la pesca y de la producción de sal, pero el desastre ecológico los ha dejado privados de todos sus ingresos. Hace meses que la Iglesia y la sociedad civil critican al gobierno de Hanói, hallándolo culpable de demorar las investigaciones, de no tutelar la salud de los ciudadanos y de reprimir con violencia las manifestaciones pacíficas. Una visita de Caritas a las zonas más castigadas ha revelado la situación humillante que atraviesan las familias de los pescadores, que en este momento logran vivir exclusivamente gracias a la caridad.
Después de cuatro meses del desastre, cuenta Phuong, “sólo hemos recibido 15 kilos de arroz por mes y por cabeza, y la calidad del mismo es tan pobre que no logramos comerlo. No hemos escuchado ni una sola palabra de consuelo o de apoyo de parte de las autoridades”.
01/07/2016 12:04