En Kuwait vuelve el riesgo de condena por 'delitos de opinión'
El Parlamento tratará próximamente un controvertido proyecto de ley presentado por el Ministerio de Información. Analistas y expertos hablan de un "retroceso" para un país que hasta ahora garantizaba más libertad que otros países del Golfo. Se esperan nuevas restricciones, como la prohibición de criticar al príncipe heredero.
Ciudad de Kuwait (AsiaNews) - Un controvertido proyecto de ley del gobierno, firmado por el Ministro de Información, será muy pronto sometido al Parlamento, pero ya ha provocado intensos debates y polémicas en Kuwait porque se lo considera "liberticida", una "mordaza" para la libertad de información y una violación de los derechos humanos. Es un retroceso no pequeño para el país del Golfo con mayor grado de libertad -por lo menos hasta ahora- respecto a otras realidades de la región, como Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, donde el control es mucho más fuerte.
Varios medios locales han dado amplia cobertura al proyecto de ley, cuyo objetivo es prohibir cualquier forma de crítica contra los funcionarios de alto nivel. La opinión pública respondió con ira e indignación, afirmando el peligro de una represión de los derechos individuales en uno de los países más abiertos y respetuosos de la región en este sentido. La ley, propuesta por el Ministerio de Información, también es objeto de críticas en el Parlamento, porque constituye una "violación de la democracia" y un intento de "silenciar e intimidar" a los ciudadanos. El diputado Saud Alasfoor afirmó en las redes sociales que "no debería haber penas de reclusión por una opinión".
El país es uno de los mayores productores de petróleo del mundo y tiene una realidad política muy dinámica en comparación con los estándares de una región con amplia mayoría conservadora, donde el debate público y las formas de disidencia están sometidos a un férreo control por parte de las familias reales. Sin embargo, aunque tiene el Parlamento más activo del Golfo, también se caracteriza por un largo período (desde hace años) de estancamiento político, con durísimos enfrentamientos entre el Congreso y el Ejecutivo -nombrado por la familia reinante Al-Sabah - que en la mayoría de los casos terminan con la disolución del Parlamento y nuevas elecciones.
El proyecto de ley introduce una serie de restricciones, como la prohibición de criticar al príncipe heredero, el jeque Meshal al-Ahmad al-Jaber Al-Sabah, cuando hasta ahora las normas vigentes sólo protegían al emir, el cargo más alto del país. De aprobarse, resultaría casi imposible criticar o investigar a una élite política a la que gran parte de la sociedad civil acusa a menudo de corrupción o mala gestión, y que hoy no tiene la intención de discutir la ley y su contenido. No obstante, en los últimos años numerosos periodistas, políticos y activistas han sido encarcelados por insultar al emir.
El último informe de Reporteros sin Fronteras (RSF) sitúa a Kuwait en el puesto 154 entre 180 países del mundo en materia de libertad de prensa. Aunque supera a la mayoría de los países del Golfo, presenta pese a todo elementos críticos, comenzando por el proyecto de ley que debe discutir próximamente el Parlamento y que constituye "un duro golpe" para la libertad de los medios. "Pedimos a las autoridades - afirma en una nota el responsable de RSF para Oriente Medio, Jonathan Dagher -que dejen de intimidar a los periodistas con procedimientos judiciales... y eviten cualquier violación del trabajo y de la libertad de los mismos".
Los que corren mayor peligro son los medios independientes, como Manshoor, una revista digital fundada en Kuwait hace 10 años con el objetivo de establecer un nuevo estándar para el periodismo independiente en el Golfo. Manshoor aborda temas tabú como la violencia sexual y los derechos de las mujeres y los trabajadores migrantes, lo que constituye una rareza en el panorama periodístico de la región, dominado por medios vinculados a monarquías ricas en petróleo como Qatar y Arabia Saudita.
Artículos recientes del periódico han tratado temas como la falta de ayuda y defensa de la policía a las mujeres víctimas de violencia sexual y el riesgo de accidentes de tráfico provocados por repartidores de alimentos (riders). Otro artículo critica las proclamas del gobierno sobre (supuestos) avances en el ámbito de las energías renovables, mientras el cambio climático arrecia en uno de los países más calurosos del planeta. "En comparación con los países vecinos, tenemos más libertad", afirma el director de Manshoor, Mohammad Almutawa, aunque en los últimos años se ha producido una creciente ola de censura. “Intentamos - añade - mantener la imparcialidad y la objetividad” para dar al público “la libertad de pensar y tomar sus propias decisiones”.
Kuwait tiene una población de alrededor de 4,4 millones de habitantes, la mayoría de los cuales son trabajadores extranjeros que no tienen derecho a votar y es poco probable que obtengan la ciudadanía. El primer Parlamento fue elegido en 1963, dos años después de la independencia del Reino Unido el 19 de junio de 1961. El emIrato, el primer país árabe que adoptó una Constitución en 1962, se caracteriza por una extrema inestabilidad política que, de hecho, ha obstaculizado el desarrollo económico. Kuwait es uno de los principales exportadores de petróleo (cuyos beneficios representan el 90% de los ingresos), pero los frecuentes casos de corrupción y el choque frontal entre el Parlamento y el gobierno han creado sucesivos períodos de estancamiento político.
17/12/2016 13:14