En Dacca, tres católicas son amenazadas de muerte por reclamar su casa
Las mujeres cedieron un terreno perteneciente a su familia a una empresa de un musulmán. El hombre había prometido permutarlo por apartamentos. Ahora, ellas viven en una casa alquilada y reciben amenazas de muerte.
Dacca (AsiaNews) – Tres mujeres católicas fueron amenazadas de muerte porque osaron reclamar a un rico constructor musulmán aquello que él les había prometido: una casa. El caso salió a la luz la semana pasada. Quien narra los hechos es la abogada católica Rita Giomes, una de las víctimas de la enésima disputa de tierras en Bangladesh. La mujer afirma al conversar con AsiaNews: “Somos mujeres y cristianas. Éste es el motivo por el cual nos amenaza el constructor, en vez de darnos nuestra casa. Prometió dispararnos igual que se hace con los pájaros, y [dijo] que si seguimos reclamando, eso es lo que nos espera”.
Cubierta en lágrimas, la mujer contó frente a las cámaras lo que le sucedió a ella y a su familia. Tras muchos sacrificios y trabajo duro, su padre logró comprar un pequeño terreno en Kafrul, un barrio de Dacca, donde construyó una modesta vivienda. Al morir el hombre, ocho años atrás, Rita, su madre Uasha y su hermana Jhomur decidieron ceder el terreno en el cual se levantaba la casa a la empresa de un musulmán, Md Ishak Migha. Según lo acordado, el constructor debía edificar un complejo residencial de ocho plantas, y ceder 11 apartamentos a las mujeres católicas. Esto les permitiría abrigar esperanzas de un futuro mejor, faltando el padre de familia.
Pero una vez cedida la tierra, Migha incumplió su promesa e hizo saber a las mujeres que no les daría ninguna casa. Recientemente Rita denunció lo ocurrido antes un tribunal de la capital y en conferencia de prensa ha pedido la intervención de la primera ministra Sheikh Hasina. “En base al acta de propiedad –dijo- en los primeros seis meses [luego de ceder el terreno] debíamos recibir un apartamento, pero ya han pasado años, y lo único que hemos recibido son amenazas de muerte. Esta situación da una idea de las condiciones de vida que atraviesan los cristianos, que en este país viven con miedo”. Luego agregó, afligida: “Aún cuando yo soy abogada, no puedo vencer contra la injusticia”.
Por su lado, al ser contactado por AsiaNews, el musulmán se defendió, rechazando todas las acusaciones. Por el contrario, él sostuvo: “Las mujeres católicas me están molestando. No hay calles para poder acceder al edificio que he construido, por lo tanto, jamás podré vender los apartamentos”. “Él miente”, sostiene Rita, que invita a acercarse al lugar para desmentir los dichos del empresario. En efecto, el edificio cuenta con una calle lo suficientemente ancha como para permitir las maniobras de un autobús.
Las mujeres solicitaron la mediación de las autoridades católicas y de los líderes cristianos, pero nada resulta válido contra la decisión del constructor. Noel Gomez, un líder cristiano, cuenta: “En varias ocasiones fuimos a la casa de Migha. Tratamos de dialogar con él, pero su reacción siempre ha sido agresiva, y sólo terminamos cubiertos de insultos y ofensas”. La viuda, Uasha, sostiene: “Somos personas pacíficas. Queremos vivir en paz, y creíamos que lograríamos esto cediendo nuestra tierra a la empresa de construcciones. Muy por el contrario, ahora nos vemos obligadas a alojarnos en una casa alquilada, además yo me encuentro enferma y no tengo el dinero para comprar los medicamentos”.
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