En China fue liberado y deportado el activista sueco Peter Dahlin

Peter Dahlin estaba en la cárcel desde el 4 de enero pasado, acusado de “dañar la seguridad nacional”. La ONG fundada por él brinda asistencia de varios tipos a los abogados chinos que intentan operar en las zonas rurales del país. Estocolmo, “muy preocupada” por la suerte de otro ciudadano suyo en las prisiones nacionales: el editor de Hong Kong Gui Minhai.

Beijing (AsiaNews) – El gobierno chino liberó y deportó a un activista por los derechos humanos de nacionalidad sueca, arrestado en el país bajo la acusación “dañar la seguridad nacional”. Peter Dahlin, de 35 años, estaba en prisión desde principios de enero de 2016: fue detenido en el curso de una campaña nacional de represión contra abogados y activistas comprometidos en la defensa de los derechos de la población. La semana pasada, Dahlin tuvo una aparición en la TV estatal en la cual “confesó” haber violado la ley nacional con su organización, que apoya a los abogados que luchan contra el régimen.

El China Urgent Action Working Group – nombre de la ONG qué él fundara – es una organización que brinda asistencia de varios tipos a los abogados chinos que intentan operar en las zonas rurales del país. Por otro lado, apoya a los grupos que trabajan por el respeto de los derechos humanos en China.

La embajada sueca confirmó que Dahlin ha dejado el país, pero no brindó otros detalles al respecto. La ministra de Relaciones Exteriores de Estocolmo, Margot Wallstrom, recibió con alegría la liberación, pero expresó su “gran preocupación” por otro ciudadano sueco que por el momento permanece en las cárceles de Beijing. Se refería a Gui Minhai, uno de los cinco editores de Hong Kong “desaparecidos” en los últimos meses. Se esfumó sin dejar rastro alguno en octubre de 2015, mientras estaba de vacaciones en Tailandia.

También Gui tuvo una aparición en la TV nacional a principios de mes, en la cual declaró haberse “entregado voluntariamente a las autoridades”, que los buscaban por la muerte de una persona ocurrida años atrás. El caso de los cinco editores provocó diversas protestas en Hong Kong: la sociedad civil del Territorio considera, de hecho, que ellos fueron secuestrados por el gobierno chino, y que están en la cárcel debido a un nuevo libro en el cual estaban trabajando, y que resulta ser sumamente crítico hacia los líderes políticos de Beijing.