En Bombay, el Card. Gracias festejará una Navidad de misericordia con los migrantes
En Bombay viven cerca de 80.000 tribales. Sus condiciones de vida son precarias; a menudo son víctimas de la explotación y la marginación. La Sagrada Familia también fue rechazada por las posadas, pero halló “refugio en un establo en Belén, lleno de la hospitalidad irradiada por el gran corazón de unos pastores”.
Bombay (AsiaNews) – El Card. Oswald Gracias, arzobispo de Bombay, festejará la Navidad con los emigrantes tribales de su diócesis. El purpurado, que también es presidente de la Federación de las Conferencias episcopales asiáticas (FABC), muchas veces ha optado por dedicar el servicio pastoral al cuidado espiritual de los numerosísimos emigrantes que viven y trabajan en Bombay, a menudo en condiciones precarias y de explotación.
En la capital de Maharashtra viven, en total, cerca de 80.000 tribales originarios del altiplano de Chota Nagpur, una región que se extiende entre los Estados de Madhya Pradesh, Bengala Occidental, Orissa, Bihar, Chattisgarh y Jharkhand. Son personas que han emigrado debido a la falta de oportunidades laborales o para huir de la pobreza. Aquí viven en condiciones habitacionales indignas, aceptando los empleos más humildes para poder sobrevivir: las mujeres a menudo son víctimas de abusos, y los niños son marginados por sus compañeros de clase más pudientes. A continuación, transcribimos el mensaje de Navidad del cardenal.
Cada año, con los saludos de Navidad, no sólo nos damos buenos augurios y esperanzas para todos, sino que éstos también son una ocasión para regalar las historias de misericordia vividas, y para llevar nuestro ministerio amoroso y práctico –que brota del Niño Dios- a todo el mundo.
La paradoja de la Navidad se ve en la familia errante, que no hallaba una habitación en las posadas, pero que logra refugiarse en un humilde establo en Belén, lleno de la hospitalidad irradiada por el gran corazón de pastores y de sabios buscadores, sensibles al profundo significado de Dios en el Niño que yacía en el pesebre.
¿Cuándo comienza la obra de la Navidad?
La obra de Navidad comienza cuando la estrella está en el cielo, los reyes y los príncipes están en sus casas, los pastores ha regresado a sus rebaños.
Ésta se inicia cuando sanamos el corazón partido con el toque de la misericordia de Dios, cuando damos de comer al hambriento, llevamos la promesa de la esperanza, el amor que perdona y la compasión restauradora de Dios a aquellos que están paralizados por el miedo del terror, invadidos por la ansiedad de la incertidumbre y atrapados en la oscuridad del pecado y de la muerte.
Aquellos que durante el Año de la Misericordia han visitado los asilos de la Madre Teresa para niños vulnerables, que han ido a la “cuna” de sus casas para los minusválidos, y a los refugios para los sufrientes, pueden testimoniar que han sido impulsados a ofrecer generosamente dones. Pero sobre todas las cosas, han sido educados y tocados por las palabras de las Misioneras de la Caridad: “Gracias por vuestra ayuda al hallar recursos, porque de esta manera, nosotros podemos llevar la misericordia de Dios a las personas que sufren”.
Llevar la misericordia de Dios a las personas que sufren es el centro del relato de la Navidad. Recordar el relato de la Navidad [significa] llevar esperanza a un mundo que está necesitado. Como ha dicho el Papa Francisco: “¡Tener siempre viva la esperanza! ¡Ayudar a recuperar la confianza! Mostrar que con la acogida y la fraternidad se puede abrir una ventana al futuro”.
En este tiempo de Navidad, en el cual intercambiamos y recibimos regalos, podemos ser bendecidos y continuar sirviendo al otro con los dones que hemos recibido de Él, incluso al día siguiente del Año de la Misericordia.
Que la misericordia y la gracia del Niño Jesús pueda colmar nuestros corazones de paz y alegría en esta Navidad.
*arzobispo de Bombay y presidente de la Federación de las Conferencias episcopales asiáticas (FABC)
(Colaboró en este nota Nirmala Carvalho)
23/12/2015