Elecciones kazajas: la victoria de Tokaev se da por descontada
El partido del presidente obtiene el 54% de los votos. Las otras fuerzas se disputan sólo migajas. Se aguardan los resultados de las circunscripciones uninominales. El oficialismo es la única agrupación que dispone de un sistema estructurado en todo el territorio. La baja participación no es una buena señal para el "nuevo Kazajistán" con el que sueña el jefe del Estado.
Moscú (AsiaNews) - Mientras avanza el recuento de las boletas para los distintos niveles de las elecciones del 19 de marzo en Kazajistán, ya es posible analizar los principales resultados, que no serán impugnados por el escrutinio definitivo. Con esta votación se cierra la agitada fase de "cambios" tras los enfrentamientos por las protestas de enero de 2022, que culminaron con 228 muertos y numerosos detenidos, muchos de los cuales aún esperan su destino.
La cuestión principal se refiere a la transición del régimen autoritario del primer presidente "eterno", Nursultán Nazarbáyev, a otro que pretende presentarse como más democrático que su predecesor y está liderado por Kasym-Žomart Tokaev, reelecto en noviembre pasado. En el recuento de escaños según la parte proporcional, el partido de presidente, Amanat, habría obtenido una mayoría del 54%, mientras que cuando se denominaba "Nur Otan" -en homenaje a Nazarbáyev- solía superar el 80% de los votos.
El partido Auyl, siempre fiel al oficialismo, quedó en segundo lugar con el 11%, y el resto se repartió entre otros cuatro partidos, formando así un parlamento de seis partidos en el que no se aprecia hasta ahora una clara división de bandos entre gobierno y oposición.
Aún no se han definido los nombramientos de los 29 electos en las circunscripciones mayoritarias, entre los que podría haber alguna sorpresa, a pesar de los intentos de marginar o excluir a candidatos indeseables en Akorda (el palacio presidencial).
Los resultados parciales parecen tranquilizar a la cúpula dirigente, ya que en la mayoría de los escaños uninominales los porcentajes favorecen claramente a los hombres de Tokaev. Como señala el comentarista del diario Kursiv, Nikolaj Kuzmin, Amanat "es el único partido que dispone de un sistema de comunicación social y política que se extiende por todo el territorio", con sus secciones locales y medios de comunicación a su disposición, su movimiento juvenil y una gran presencia en las redes sociales. Es el Gobierno el que necesita al partido, y no al revés", explica Kuzmin.
También se ha producido un escándalo electoral en Shymkent, la tercera ciudad más importante después de Almaty y Astaná. En Internet circularon protocolos de votación ya completos -compilados incluso antes de que comenzara la convocatoria electoral- y audios de funcionarios evaluando cómo evitar las acusaciones de fraude.
Algunos candidatos locales "libres" intervinieron públicamente en vísperas de las elecciones. Tal es el caso de Omir Šynybekulj, quien advirtió que "no quería que se repitieran los sangrientos acontecimientos de enero de 2022", y pidió a Tokaev que suspendiera al alcalde de Shymkent para poder esclarecer los hechos denunciados. Todo terminó con la acusación de "falsa provocación" por parte del Comité Electoral, que se propone verificar los resultados "con suma transparencia".
Hubo denuncias de otros casos de fraude más o menos graves en varias regiones: sustitución de urnas llenas y "carruseles" de votantes que se presentaban varias veces en el mismo colegio electoral, y otros incidentes, como ya había sucedido en elecciones anteriores, con resultado anunciado. La misión de observadores de la OSCE valoró negativamente 58 de los 128 colegios electorales controlados, con varias violaciones de los procedimientos de votación y escrutinio.
En términos generales, el pronóstico indica que los partidos abiertamente favorables al gobierno obtendrán 60 de los 98 escaños del Parlamento. Al menos se espera que entre los diputados haya algunos capaces de hacer oír la voz de los sectores más críticos de la sociedad. No obstante, quedan excluidos los opositores más radicales, como el político independiente Inga Imanbaj y el periodista Lukpan Akhmeljarov, dos candidatos que aún albergan débiles esperanzas de conseguir un mandato, pero que ya se quejan en las redes sociales de “fraudes evidentes” en varias sedes electorales.
La ciudad más poblada de Kazajistán, la ex capital Almaty, ha mostrado una gran desconfianza y apatía hacia las elecciones, con una participación del 25,8% frente al 42,9% de Astaná. Dependerá de Tokaev demostrar que el "nuevo Kazajistán" es capaz de satisfacer, al menos en parte, las expectativas de todos sus ciudadanos.
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