Elecciones en Karnataka, Mons. Moras: Combatamos la venenosa ideología del Hindutva

de Bernard Moras*

La vuelta electoral se realizará el 12 de mayo. “Sacerdotes, religiosos y laicos movilicen a nuestro pueblo para combatir a las fuerzas que tratan de minar la idea de India en cuanto sociedad inclusiva, pluralista y laica”. “Elegir hombres y mujeres con competencia, conciencia, carácter, compasión, atención y compromiso”.

Bangalore (AsiaNews) – Las próximas elecciones en el Estado de Karnataka, que se realizarán el 12 de mayo, “son de crucial importancia no sólo para la paz y el progreso de la población sino también para la sobrevivencia de los derechos fundamentales de todos los ciudadanos contenidos en nuestra Constitución. Lo afirma Mons. Bernard Moras, arzobispo emérito de Bangalore. En una nota enviada a AsiaNews, él comenta sobre la vuelta electoral y pone en guardia sobre la proliferación de organizaciones fundamentalistas “que se disfrazan de un auténtico nacionalismo y difunden la venenosa ideología de ‘Una nación, una religión, Una cultura’, que es totalmente extraña al espíritu de India”. A continuación su reflexión. (Traducción a cargo de AsiaNews).

Situación política: Karnataka va hacia las elecciones de la Asamblea legislativa, que son de crucial importancia no sólo para la paz y el progreso de la población sino también para la sobrevivencia de los derechos fundamentales de todos los ciudadanos contenidos en nuestra Constitución. Por lo tanto es nuestra responsabilidad nacional asegurar la protección de los principios fundamentales y de los derechos, que están bajo una sutil y sistemática amenaza de parte de organizaciones fundamentalistas y de individuos autoritarios, pseudo-nacionalistas disfrazados bajo el manto de un auténtico nacionalismo que difunden la venenosa ideología de ‘Una nación, una religión, Una cultura’, que es totalmente extraña al espíritu de India”. En el hacer esto, ellos al final conducen a la realización de la agenda de ellos escondida, intentan desvalorizar las tradiciones democráticas y degradar las instituciones democráticas. Todo esto no puede ser tolerado, promovido y/o alentado y ¡debe sr condenado a toda cuesta!

Es en este contexto que lanzamos un llamado a todos nuestros sacerdotes, religiosos y líderes laicos para que comprendan las peligrosas tendencias en la vida de nuestra nación y movilicen a nuestro pueblo a combatir las fuerzas que tratan de minar la idea de India en cuanto sociedad inclusiva, pluralista y laica, basada en principios y valores como el respeto de los derechos fundamentales a la vida, la libertad y libre expresión, la igualdad y la hermandad, el derecho de profesar, practicar y difundir la religión de su propia elección, como también el respeto de todas las religiones y culturas, la justicia para todos, en particular hacia los pobres, los desventajados y los emarginados.

Nuestro pueblo debe ser consciente de la peligrosa situación que prevalece hoy en nuestro país y debe ser alentado a ejercitar su propio derecho al voto en masa. Debe ser puesto en guardia ya sea del peligro de sucumbir en los incentivos materiales como también de las tácticas de lavado del cerebro. De la propaganda malvada y falsa.

Todos nosotros debemos elegir en manera atenta, sabia y prudente a nuestros representantes, que deben ser personas respetuosas de los sagrados principios de verdadera democracia, genuino nacionalismo, auténtica laicidad y libertad universal. Debemos también resistir al ataque violento de las fuerzas que juran (al grito de) ‘Una nación, una religión, Una cultura, Una lengua’ y al mismo tiempo debemos protestar contra la dañina práctica del homicidio de seres humanos por motivos banales y razones fútiles. Os invito a comprometerse en facilitar los procedimientos de tarjetas electorales para nuestro pueblo, de modo que éste pueda elegir- como sus propios representantes- hombres y mujeres con competencia, conciencia, carácter, compasión, atención y compromiso”.

Por lo tanto consideramos que sea relevante considerar aquello que la CBCI (Conferencia episcopal india, Ndr) afirma sobre la cuestión. “Comprender el nacionalismo auténtico y la laicidad de la Constitución-Todo intento de promover un nacionalismo basado una particular cultura o religión es una posición peligrosa. Ella podría conducir hasta una uniformidad, pero no a una genuina unidad. Estos esfuerzos mal concebidos pueden llevar solamente a nuestra nación a un camino de auto-anonadamiento. El mono-culturalismo jamás existió y no podrá ser la justa respuesta a la búsqueda de paz, progreso y desarrollo, sobre todo en un país como el nuestro, que posee una rica diversidad de cultura, lengua región, raza y religión. Antes o después, la violencia trae otra violencia. Porque todos aquellos que toman la espada, de espada morirán o mejor: ‘quién de hierro mata de hierro muere’ (Mt 26,52). Condenamos la creciente frecuencia de atrocidades contra las mujeres, los asesinatos, las rivalidades entre castas y la violencia sectaria, comprendidos los ataques contra instituciones y comunidades cristianas. Por lo tanto (os invitamos) a seguir las huellas del verdadero nacionalismo que puede llevar a nuestra patria nativa a una verdadera paz, armonía, progreso y prosperidad. El nacionalismo auténtico respeta la dignidad humana de cada ciudadano, prescindiendo de su status económico, cultura, religión o lengua de cada uno.

Deseo hacer una llamada urgente a todas las personas de buena voluntad para que apoyen y sostengan el estado de derecho garantizado por nuestra Constitución india. En un clima de violencia, nos dirigimos a todos nuestros ciudadanos para que rechacen la cultura de masa y el “vigilantismo” (término usado para indicar a los ‘guardianes de las vacas sagradas’, ultra- nacionalistas hindúes que persiguen a las minorías religiosas que comen la carne y que comercian con el ganado, Ndr)en favor de la paz. Apreciamos y colaboraremos con el gobierno en todos sus esfuerzos en el mantener el estado de derecho en nuestro país, asegurar el progreso de todos y la protección del ambiente. El Mahatma Gandhi, padre de la nación, dijo muy claramente que: “En la tierra hay lo suficiente para satisfacer las necesidades de todos, pero no para satisfacer la codicia de todos”.

El don precioso de la vida humana. La comunidad cristiana apoya y sostiene el absoluto y superior valor de la vida humana que es un precioso don de Dios. Por esto el ataque a una vida jamás puede estar inspirado por Dios, ni justificado por un credo y prácticas diversas. La vida humana de cada persona en nuestra amada patria necesita ser valorizada y defendida,

*arzobispo emérito di Bangalore