Elecciones anticipadas para Erdogan: reforzar el poder y ocultar la crisis económica

El país acudirá a las urnas para las elecciones presidenciales y legislativas el próximo 24 de junio, un año y medio antes de la fecha natural de conclusión del mandato, que se había fijado para el 3 de noviembre de 2019. El presidente apunta al nacionalismo y a obtener éxito en la ofensiva anti-kurda en el norte de Siria. Una decisión que es “signo de pánico y debilidad”, frente a indicadores económicos que resultan “preocupantes”.

Estambul (AsiaNews/Agencias) - El presidente turco Recep Tayyip Erdogan anunció ayer elecciones presidenciales y legislativas anticipadas, a celebrarse el 24 de junio, con un año y medio de antelación respecto a la fecha natural, que estaba prevista el 3 de noviembre de 2019. El líder turco busca aprovecharse de la represión emprendida en el país –en la cual la oposición ha quedado afectada- luego del golpe de Estado frustrado en julio de 2016, los resultados del referéndum presidencial y la popularidad debido a la ofensiva anti-kurda en el norte de Siria, para obtener un nuevo mandato con poderes ampliados.

Las próximas elecciones representan un paso clave para el futuro de Turquía. Analistas y expertos hablan de una “ola nacionalista” sobre la cual el actual jefe de Estado viene montando, a fin de reforzar su poder. Además, el país será llamado a las urnas con el estado de emergencia todavía vigente.

En efecto, precisamente en el día de ayer, el Parlamento aprobó el prolongamiento de las medidas especiales, extendiendo el estado de emergencia por tres meses más.

Las elecciones permitirán al líder de 64 años Erdogan y al partido de gobierno, el AKP (Partido por la Justicia y el Desarrollo) la posibilidad de extender su liderazgo por cinco años más, luego de haber conducido el país durante 15 años, primero como Primer Ministro y luego como presidente. El principal rival será el líder de la oposición laica, Kemal Kilicdaroglu, quien lidera el Partido popular republicano (CHP). En cambio, son pocas las posibilidades de éxito para el movimiento popular filo-kurdo (HDP), que ha quedado debilitado por varios arrestos que han azotado a las máximas figuras del partido.

Días atrás, Erdogan se reunió con el aliado del gobierno Devlet Bahceli, líder del Partido nacionalista (MHP). Al término del encuentro cara a cara, Bahceli invocó la necesidad de un retorno anticipado a las urnas, para responder a los desafíos que afronta el país. “Como resultado de nuestra conversación –declaró entonces el presidente turco- hemos decidido anticipar la votación, que se llevará a cabo el domingo 24 de junio de 2018”. Previo a ello, Erdogan había desmentido en varias oportunidades que se acudiría a las urnas antes de la fecha natural de término del mandato de la asamblea legislativa.

El presidente turco ha justificado esta presión en clave electoral a causa “de los acontecimientos en Siria” y por la necesidad de tomar “decisiones importantes” en materia económica. Para Fadi Hakura, un experto en Turquía que se desempeña en el centro de estudios londinense Chatham House, esta decisión es “un signo de pánico y de debilidad” frente a indicadores económicos que resultan “preocupantes”.

Hace ya varias semanas que el país se encuentra sumergido en una atmósfera electoral, con Erdogan y el premier Binali Yildirim multiplicando intervenciones y discursos públicos encendidos, en clave nacionalista. Los principales partidos de la oposición afirman que están dispuestos a asumir el desafío, aún cuando las posibilidades de éxito sean escasas. El líder del CHP, Kemal Kiliçdaroglu ha declarado que “el 2018 será el año de la democracia. Estamos listos, ¡triunfaremos!”.