Elecciones administrativas: Erdogan apunta sobre el nacionalismo y la seguridad

En el plato de la dirigencia del presidente, que desde 2002 ganó todas las vueltas electorales. Con la economía en crisis, Erdogan apunta sobre la seguridad y sobre la “amenaza terrorista” kurda. La oposición se presenta unida y en Ankara y Estambul el voto podría reservar sorpresas.

Estambul (AsiaNews/Agencias)- En medio de una crisis económica que inicia a hacer sentir sus efectos, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan apunta en las elecciones administrativas en programa para mañana reforzar su propio liderazgo- y la de su partido- sobre el país. En las últimas semanas él promovió una campaña electoral en tonos encendidos (sobre todo la promesa de transformar en mezquita la basílica de S. Sofía, ahora transformada en museo), para evitar un posible voto de protesta contra el AKP (Justicia y desarrollo), su partido que desde 2002 ganó todas las vueltas electorales.

Cerca de 58 millones de votantes deberán elegir el propio intendente y el “muhtar”, una especie de jefe de barrio; la atención está toda centralizada sobre las 30 ciudades metropolitanas que forman el corazón económico y comercial de Turquía.

Más que cualquier otro jefe de Estado y de gobierno del pasado, el presidente Erdogan visitó diversas municipalidades en los 4 ángulos del país e intervino, en una sola jornada, también en 5 comicios para reforzar su visibilidad y la del partido.

En Estambul, el presidente juega la carta del ex Premier, Binali Yildirim para asegurarse la victoria. Sin embargo, sus mayores preocupaciones llegan desde la capital, Ankara, en la cual el candidato del AKP- ex ministro de su gobierno- y su principal rival de la oposición luchan voto a voto.

En esta campaña electoral, el tema económico que por años fue el caballo de batalla del AKP, ahora se transformó en el talón de Aquiles. Los índices económicos hablan de recesión por primera vez en 10 años y la inflación, alimentada por el debilitamiento de la lira, llevó a un derrumbe en el consumo, sobre todo en el sector alimentario.

De aquí la elección de Erdogan de apuntar a la seguridad, hablando de una nación bajo el ataque de potencias hostiles. “No son sólo elecciones para elegir a un intendente- declaró- sino que son un voto que tiene que ver con nuestra propia sobrevivencia”. Y para reforzar las posibilidades de victoria, él relanzó la alianza con los ultranacionalistas del MHP (Milliyetçi Hareket Partisi, el brazo político de los Lobos grises).

La oposición eligió unirse presentando nombres comunes en diversas municipalidades, entre las cuales Estambul y Ankara donde se juega el verdadero partido electoral. En la capital los kemalistas del CHP y los nacionalistas del IYI Parti apoyan al mismo candidato. El partido kurdo HDP, debilitado por los numerosos arrestos en los últimos años, se juega todo en el sector suroriental de Turquía, donde la mayoría es kurda y quiere intentar ser la aguja de la balanza en Estambul y Ankara.

En el intento de minimizar el peso electoral de los kurdos, en estas semanas Erdogan acusó varias veces al HDP de relaciones con el “terrorismo” y amenazó con intervenir las municipalidades por ellos gobernados, sustituyendo a los intendentes con prefectos y funcionarios filo-gubernamentales enviados por la capital.