El «sentido de la justicia» según Tokaev

de Vladimir Rozanskij

Para suavizar el descontento de Putin, el embajador de Kazajistán en Moscú ha publicado un artículo en un influyente diario ruso en el que defiende las transformaciones que se están produciendo en el país. Espera que «la desglobalización en curso» no conduzca a «nuevos bloques enfrentados».

Astana (AsiaNews) - En una fase delicada de las relaciones entre Rusia y Kazajistán, subrayada por la inesperada visita del ex presidente Nursultan Nazarbaev a Moscú, donde se entrevistó con Vladimir Putin, no faltan comentarios que atribuyen al Kremlin un cierto resentimiento hacia el presidente en ejercicio en Astana, Kasym-Žomart Tokaev. Prueba de ello sería también la falta de felicitación de Putin por el Día de la Independencia de Kazajistán, que se celebró el 16 de diciembre.

En un intento de devolver la visión de estas relaciones a una dimensión más serena y equilibrada, el embajador kazajo en Moscú, Dauren Abaev, publicó un artículo en el autorizado periódico ruso Nezavisimaja Gazeta, titulado «Los cinco sentidos de la justicia de Tokaev». En él destaca «el gran interés que despierta nuestro país en toda Rusia» por parte de políticos, pero también de representantes del comercio, la cultura y el arte, y en muchas regiones «tanto de la parte europea como de la asiática» de la Federación.

Abaev afirma que «hablando con rusos, a menudo me señalan que la dinámica de cambio en Kazajstán es tan intensa que no es fácil comprenderla en su totalidad». Confirma que el rumbo tomado para «construir un Kazajistán justo» ha sacudido muchas situaciones que llevaban tiempo cristalizando tanto en el sistema de administración estatal como en «las relaciones entre el poder y la sociedad». Muchas opciones se han decidido con una perspectiva a largo plazo y «sólo dentro de unos años se comprenderá realmente el legado político de Tokaev».

La importancia de la justicia es el «esqueleto formativo» de toda la visión política del presidente, en torno al cual «se agregan todos los demás principios ideológicos». No es solo «un eslogan publicitario, sino la verdadera medida de la eficacia de las reformas» que se están aplicando actualmente. Ya en la campaña electoral de 2019, Tokaev ha puesto el acento precisamente en la justicia, y la primera acepción de este ideal se refiere a «la ley y el orden»: una sociedad justa no es posible sin la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, garantizada por la imparcialidad del poder judicial. En este ámbito, afirma el diplomático, «nuestro país ha dado pasos de gigante».

Una de las reformas más importantes ha sido la creación del Tribunal Constitucional, al que todo ciudadano puede acudir para defender sus derechos y libertades, y también está funcionando con mayor eficacia el sistema de justicia administrativa, que protege a las partes potencialmente más débiles incluso en los conflictos con los organismos estatales. Las estadísticas de las que informa Abaev muestran que, antes de las reformas, el Estado ganaba el 85% de los casos, mientras que hoy no supera el 40%.

La segunda razón de la justicia de Tokaev se explica como «la participación en la vida política», citando el reciente ejemplo del referéndum popular sobre la construcción de una nueva central nuclear, que se preparó mediante una confrontación «abierta y sin concesiones» en todas las regiones. También se añade otro sentido, el de la «economía justa», que sólo está al principio de una gran transformación: «el Estado se orienta hacia la formación de un régimen mucho más favorable a las inversiones y a las iniciativas en tantos sectores empresariales, hasta ahora poco practicados». Se está aligerando la carga burocrática, con numerosos proyectos de zonas francas, y se está librando una lucha encarnizada contra la red de corrupción que bloquea todo el desarrollo.

Especialmente importante es una «política exterior responsable y equilibrada» ante los cambios cada vez más contradictorios e imprevisibles de las relaciones internacionales. Refiriéndose a los temas más sensibles para el público ruso, el embajador recordó que «la desglobalización en curso corre el riesgo de desembocar en nuevos bloques de confrontación», debido a los conflictos bélicos y las sanciones mutuas que conllevan, que eclipsan las necesidades reales de los ciudadanos y los Estados. Por eso es necesaria una «nueva ética» que ayude a toda la humanidad a superar «el cisma de valores», concluye Abaev, sin encerrarse en sí misma y superando tanto el resentimiento como la indiferencia de tantos. El «nuevo Kazajstán» aspira a contribuir a la formación de un Adal Azamat, según una de las expresiones favoritas de Tokaev, un «Hombre Nuevo» capaz de afrontar los retos de un mundo cambiante.