El turbio asunto entre el gas y el judo en el círculo de Mirziyoyev

de Vladimir Rozanskij

A pesar de las ostentosas campañas anticorrupción del presidente, en Taskent ha salido a la luz un asunto de contratos extremadamente lucrativos que benefician a una empresa vinculada a su familia. Con su yerno Umarov en el centro, la "eminencia gris" de un sistema de poder que abarca desde los grandes negocios hasta el mundo del deporte.

Taskent (AsiaNews) - Una investigación de Radio Ozodlik, recogida por varios otros medios de comunicación, ha revelado los negocios de una empresa casi desconocida vinculada a la familia del presidente de Uzbekistán, Šavkat Mirziyoyev, que ha hecho tratos secretos con el Estado por valor de más de 100 millones de dólares, entre los que destaca un contrato multimillonario para suministrar gas a precio de oro a una de las principales cementeras del país.

El lucrativo acuerdo con la empresa marginal Ultimo Group Limited sugiere que las personas implicadas, especialmente los familiares de Mirziyoyev, reciben cuantiosos dividendos gracias a sus relaciones con políticos de alto nivel. El año pasado, el propio presidente había encomendado a los organismos pertinentes la tarea de erradicar la corrupción en el sector de la energía y los combustibles, pidiendo repetidamente la máxima transparencia y que se acabara de una vez por todas con la práctica de los sobornos.

Uzbekistán, el país más poblado de Asia Central con más de 37 millones de habitantes, cuenta con amplias reservas de gas, y desde que sucedió al histórico primer presidente, el autoritario Islam Karimov fallecido en 2016, Mirziyoyev no pierde ocasión de reiterar que "ya no tenemos derecho a seguir como antes, debemos garantizar el desarrollo y el bienestar de toda la población". Sin embargo, la investigación de Ozodlik muestra cómo el contrato altamente opaco del Grupo Ultimo fue concedido en 2021, con la venta al entonces productor de cemento estatal Qizilqumsement por una suma de más de 36 millones de dólares. Y fue la primera venta de gas de la semidesconocida empresa.

Los documentos desvelados por la investigación muestran que la empresa de la familia presidencial recibió 66 millones de dólares del monopolista UzTransGaz, y que la empresa importó miles de millones de metros cúbicos del vecino Turkmenistán. La transacción se llevó a cabo con una red de socios nada fácil de reconstruir, que se extendía desde Nueva York hasta Hong-Kong, pasando por Dubai. La figura central de toda la maquinación es Azizžon Kamilov, jefe de la federación de judo de Uzbekistán y vicepresidente del comité olímpico nacional, muy cercano a Otabek Umarov, yerno del presidente y alto funcionario del Estado, muy activo en el sector deportivo.

A menudo se hace referencia a Umarov como la "eminencia gris" del sistema de poder en la cúpula de Uzbekistán, que según los últimos informes de Transparencia Internacional sigue siendo "un Estado autoritario con un alto nivel de corrupción, nepotismo y abuso de poder", aunque reconoce "algunos avances" en las últimas reformas de Mirziyoyev. La imagen pública de Umarov en los últimos años ha sido su marca personal 7Saber, que produce uniformes deportivos para equipos nacionales, comercializados por Ultimo Group.

La empresa investigada, fundada en marzo de 2021 con un capital de 9.500 dólares, es casi fantasma y no tiene página web oficial ni ninguna forma de presentación pública, y una de las personas nombradas en los documentos como principales propietarios es un anciano pensionista que nunca se había dedicado a los negocios. Sólo uno de los accionistas, Tukhfat Anvarkhužaev, respondió a los periodistas negando cualquier relación con Umarov, con quien afirma mantener únicamente "relaciones cordiales, pero no económicas".

Kamilov y Umarov, por su parte, son dos personalidades muy populares en Uzbekistán, que se dejan ver en competiciones y otros muchos actos fotografiándose con el "testaferro" Anvarkhužaev. La investigación mostró muchas otras relaciones ambiguas de las personalidades implicadas, con emires árabes y amañadores estadounidenses, utilizando a menudo la tapadera del Comité Olímpico y de eventos deportivos. El ideal de transparencia del "nuevo Uzbekistán" de Mirziyoyev parece aún bastante lejos de hacerse realidad.