El próximo primer ministro Li Qiang fue el promotor del fin de la política de covid cero
Habría convencido al presidente chino de adelantar la reapertura, tras las protestas populares de fines de noviembre. Estaba en riesgo la economía. Apaciguar a los jóvenes era políticamente menos problemático que sacrificar a los ancianos, más vulnerables al contagio. Quedan dudas sobre las cifras oficiales referidas a muertes y contagios.
Beijing (AsiaNews) - El primer ministro entrante, Li Qiang, habría orquestado el fin de la draconiana política de Xi Jinping para contener el Covid. Una investigación publicada hoy por Reuters cita varias fuentes oficiales familiarizadas con el dossier.
Designado en el Congreso de octubre como número dos del Comité Permanente del Politburó del Partido Comunista de China, Li aceleró los planes para levantar las restricciones sanitarias antes de lo previsto, cuando estallaron en el país protestas populares generalizadas a fines de noviembre.
Originalmente, los planes del gobierno contemplaban una flexibilización gradual de las medidas restrictivas hasta diciembre, para llegar a una situación de normalidad en marzo. Li estuvo al frente del grupo de trabajo del Partido para combatir el Covid y habría superado la oposición inicial de Xi de adelantar la reapertura, pese a la sugerencia de la Comisión Nacional de Salud de mejorar primero los niveles de vacunación de la población de más edad.
En la decisión final no solo pesó la presión popular, sino también la constatación de que la política de Covid cero estaba llevando a la economía nacional a uno de los peores desempeños de los últimos 50 años. A ello se sumaba que las autoridades locales ya no podían aplicar medidas de contención como confinamientos y pruebas de diagnóstico masivas porque carecían de los fondos necesarios. Los datos oficiales muestran que el año pasado solo el municipio de Beijing gastó 4.4 mil millones de dólares en medidas de prevención y de control sanitario.
Los contagios siguen aumentando de todos modos, pero el gobierno comunista ha considerado que pacificar la disidencia era políticamente más ventajoso que permitir que el virus se propague. En pocas palabras, el régimen sacrificó a los ancianos, los más vulnerables al virus.
El 16 de febrero Xi declaró la "victoria decisiva" contra el Covid-19. Hasta la fecha no hay datos oficiales sobre las muertes desde la reapertura el pasado 7 de diciembre. La investigación de Reuters muestra que en otoño las autoridades habrían recortado un 50% el número real de contagios. Para tener una idea de lo ocurrido, quedan las imágenes de las colas de gente frente a los hornos crematorios, de los hospitales repletos de pacientes y de las farmacias sin medicamentos.
02/08/2016 19:26