El presidente Rakhmon usa los regalos para promover su ‘absolutismo humanitario’
El "regalo del presidente" ya forma parte de la propaganda presidencial. La última iniciativa consiste en la entrega de 30 nuevos autobuses a algunas ciudades. No hay control sobre el destino de estos fondos reservados, que ascienden a 43 millones de euros en 2023.
Moscú (AsiaNews) - "Regalo del presidente" es una expresión que ya forma parte del léxico habitual de la propaganda presidencial en Tayikistán. La última iniciativa que la trae a colación es la concesión de 30 nuevos autobuses a la ciudad de Kulyab y alrededores en los últimos días, para la ejecución del "Programa estatal para el desarrollo selectivo del transporte en el territorio de la República hasta el año 2025”. Quienes critican al régimen tachan estas acciones de "pijar" (publicidad) -una propaganda del presidente Emomali Rakhmon a costa de los ahorros de la población- pero el círculo de leales del dirigente considera que son una excelente solución a todos los problemas.
Los autobuses se entregan "por orden directa del presidente". La ciudad de Kulyab recibió seis; la ciudad vecina de Khoruǧ, cinco. Los demás fueron enviados a la agitada provincia del Alto Badajshán (Gorno-Badakšan): una "zanahoria" después de tantas palizas tras los disturbios del verano pasado. Las autoridades locales expresaron su gratitud por este "acto de caridad presidencial" -como lo llamaron- organizando una ceremonia festiva para recibir los autobuses con cantos, bailes y discursos oficiales, y expresar el agradecimiento de la población al gobierno.
Las solemnes declaraciones vinculan el regalo a la festividad internacional de "Nowruz", el Año Nuevo persa, que coincide con el equinoccio de primavera del 20 de marzo. En las páginas web oficiales de las ciudades beneficiarias, las fotografías y vídeos destacan las imágenes de Rakhmon, que decoran las ventanas y lados de los autobuses. Ninguna administración se dignó responder a la pregunta de cómo se financió dicha donación.
Al fin y al cabo, en la propia web presidencial basta con teclear el término tayiko tuhfa (regalo), para admirar los innumerables comunicados sobre la magnanimidad del sátrapa persa de Dusambé. La muestra incluye viviendas para empleados de las fuerzas del orden y los servicios especiales tayikos, edificios construidos para diversos organismos públicos, regalos para huérfanos y estudiantes alojados en centros de distintas partes del país, y numerosos ejemplares de un libro clásico titulado 'Točikon' (Tayikos).
El académico Bobočon Gafurov escribió el libro en 1972, en la época soviética, para ensalzar "la unión de los pueblos persas de Asia Central". Rakhmon ordenó una reimpresión en 2019 y lo distribuyó gratuitamente en todos los hogares. Se imprimieron 1,6 millones de ejemplares, cuyo costo -136 millones de somoni (unos 11,7 millones de euros) fue cubierto por el presupuesto del Estado. Našryoti Muosir ganó el concurso para la reimpresión, según reveló Radio Ozodi. La editorial estaba vinculada a la empresa Faroz, cuyo propietario es el yerno de Rakhmon, Šamsullo Sokhibov, quien obtuvo ganancias por más de 10 millones de euros.
Una de las tímidas voces de la oposición, el abogado y militante del Partido Socialdemócrata Farkhod Khudoyorov, califica estas iniciativas de intentos del presidente de cosechar un mayor consenso: "El jefe de Estado, reelecto una y otra vez por el pueblo, se financia con el presupuesto del Estado, que se forma mediante la recaudación de impuestos... este tipo de propaganda es inaceptable, e incluso delictiva desde el punto de vista legal". En su opinión, aunque las masas se dejen engatusar por la propaganda, todo el mundo entiende que "el ambiente político del país no permite hablar abiertamente de esta cuestión”.
Cualquier crítica al presidente o a los altos funcionarios puede tener consecuencias imprevisibles, afirma Khudoyorov: "decenas de periodistas y centenares de disidentes y críticos del régimen que hoy están en la cárcel” lo confirman.
Oficialmente, los regalos del presidente proceden de sus "fondos reservados", para hacer frente a situaciones de emergencia. El 2% de la recaudación fiscal se destina a estos fondos, conforme a las leyes financieras de Tayikistán. Lo cierto es que no existe ningún control sobre el destino de estos fondos, que están totalmente a disposición del presidente para "proyectos sociales e iniciativas culturales" sin previa aprobación del Parlamento. Para el 2023, los fondos reservados ascienden a casi 500 millones de somoni (43 millones de euros), 57 más que el año anterior. Las pocas voces críticas ven en ello los rasgos del "absolutismo humanitario", el reinado de Emomali Rakhmon.
29/06/2021 11:28
29/03/2021 10:56
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