El predicador islamista que quiere humillar a los cristianos
En un debate en Francia, el predicador Maamar Metmati afirma que los cristianos pueden tener relaciones con los musulmanes sólo si se convierten al islam o si pagan el tributo. El versículo del Corán al cual se refiere está tomado fuera de su contexto histórico y manipulado para fomentar la cultura del odio. El silencio de las asociaciones anti-racismo.
París (AsiaNews)- Mientras estoy enviando una petición en apoyo de nuestros hermanos cristianos en Francia para que no sea demolida la cruz que está sobre la estatua de Juan Pablo II (en Ploërmel, Bretaña), descubro un debate entre militantes islamistas y un predicador islamista en Francia, muy peligroso, dado que se permite manipular los textos sagrados.
En este debate, Maamar Metmati se basa en la sura IX, versículo 29 (del Corán) para justificar su tesis según la cual la base de las relaciones entre cristianos y musulmanes debe ser la alternativa entre la conversión o el pago de un impuesto con humillación.
El versículo dice: “Combatan a aquellos que no creen ni en Alá, ni en el Último día, que no prohíben lo que Alá y su mensajero prohiben y que no profesan la religión de la verdad, entre aquellos que han recibido el Libro, hasta que ellos no paguen el tributo con sus propias manos, en estado de humillación” (9,29).
Este versículo no debe ser colocado fuera de contexto. El versículo en cuestión, instrumentalizado por este formidable predicador, se refiere al conflicto que sucedió entre los romanos de oriente (los bizantinos) y los musulmanes en Tabûk. La campaña de Tabûk era el resultado del conflicto iniciado aún antes de la conquista de la Meca. Después del Tratado de Hudaïbiyah, una de las misiones enviadas a las diferentes partes de Arabia, visitó a los clanes que vivían en la región del norte, adyacentes a Siria. La mayoría de estas personas eran cristianos bajo la influencia del imperio romano de oriente.
Contrariamente a todos los principios de la ley internacional aceptados en general, los romanos de oriente mataron a 15 miembros de la delegación musulmana, en las proximidades de un lugar que llevaba el nombre de Zat-u-Talah (o Zat-i-Itlah). Solamente Ka’ab Ibn Umair Ghifari, el jefe de la delegación logró escapar y contar el triste incidente. Además, Shurahbil Ibn Amr, gobernador cristiano de Busra, había matado a Haritli Ibn Umair, el embajador del profeta Mahoma (paz), que él había enviado como subordinado. Estos eventos convencieron al profeta que era necesario realizar una acción fuerte para que el territorio adyacente al imperio romano fuese seguro y así calmar a los musulmanes.
Y si nosotros hacemos un análisis lingüístico de este versículo, notamos que no se trata de todos los cristianos. Este dice con claridad: “entre aquellos que han recibido el Libro (la Biblia)”. Por lo tanto, es necesario combatir una categoría precisa y no a todos los que han recibido el Libro.
Por lo tanto, lejos de aquellos hechos históricos, lejos de los contextos del pasado, la relación entre musulmanes y cristianos debe basarse en el respeto, en la paz y la equidad. Y esta recomendación coránica relativa a un incidente tan preciso (el conflicto de Tabûk), no debe extenderse a las relaciones entre musulmanes, cristianos y hebreos de nuestro tiempo.
Lamentablemente es trágico ver a ciertas personas, como este predicador islamista, meter a todos en la misma bolsa para nutrir el sentimiento del miedo y del odio hacia aquellos que no son musulmanes, proyectando este miedo sobre todas las Sagradas Escrituras de todas las religiones.
Volviendo a este grave incidente, me pregunto si asociaciones anti-racismo como el MRAP (Movimiento contra el racismo y por la amistad entre los pueblos), la LDH (Liga por los derechos humanas), SOS Racisme si tendrán la audacia de condenarlo en cuanto es una incitación al odio y a la discriminación, que el Código Penal castiga con hasta 45 mil euros como compensación y a 1 año de prisión.
*Estudiante musulmán de París
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