El patriarca maronita recibe a una delegación iraní para desbloquear la crisis libanesa
El cardenal Beshara Raï se reunió con el jeque Hamid Shahrayari y el encargado de negocios de la embajada en Beirut. Un diálogo "franco y transparente" que confirmó la importancia de la "unidad nacional" para salvaguardar la "soberanía". El líder de Hezbolá también se abrió al diálogo y a la confrontación para "sacar al país del impasse".
Beirut (AsiaNews/Agencias) - En el contexto de una profunda crisis política e institucional, con la ruptura casi irremediable entre el presidente Michel Aoun y el primer ministro Saad Hariri, el patriarca maronita continúa entablando diálogos y realizando consultas para intentar encontrar una salida. Ayer el card. Beshara Raï recibió a una delegación iraní, presidida por el secretario general del Frente Mundial de la Amistad entre Escuelas Islámicas, el jeque Hamid Shahrayari, el encargado de negocios de la embajada de Teherán en Beirut, Hassan Khalil y otros funcionarios.
Al término de la reunión, un delegado de la República Islámica se refirió al diálogo "franco y transparente", al tiempo que subrayó "la necesidad de seguir apegados a la unidad nacional, la única capaz de preservar la soberanía del Líbano, su libertad e independencia". El diplomático de Teherán remarcó que la experiencia histórica actual "ha demostrado que cuando el Líbano da pruebas de su unidad nacional, puede resistir todas las agresiones externas".
Hace tiempo que el Patriarca maronita sostiene una posición de "neutralidad positiva" para el país y la necesidad de convocar a una conferencia internacional patrocinada por las Naciones Unidas. El cardenal acabó en el punto de mira de un periódico iraní a principios de marzo, por criticar el movimiento chií libanés Hezbolá, cercano a Irán. A raíz de dichas críticas, el ministro de Relaciones Exteriores, Charbel Wehbé, convocó al embajador iraní, que ni siquiera quiso responder a la cita.
Según los partidarios del presidente, el primer ministro en funciones espera la conclusión de un nuevo acuerdo entre Irán y Estados Unidos, que acabaría obligando a Arabia Saudita -cercana a Hariri- a adoptar una visión más "realista" de la situación en Líbano. Si bien al día de hoy este acuerdo [entre Washington y Teherán] sigue pareciendo un espejismo, lo cierto es que podría ser la clave para romper el estancamiento de la vida pública e institucional libanesa.
Varios analistas y observadores sostienen que, por el momento, a Irán le interesa preservar "la carta libanesa" para los futuros diálogos con la Casa Blanca, cuando las negociaciones entren en pleno apogeo. Un diplomático europeo, tras el anonimato, señala que la República Islámica sería el principal responsable del actual bloqueo. Mientras tanto, se vislumbra cierta apertura por parte del jefe de Hezbolá, Hassan Nasrallah: anoche, admitió las dificultades actuales e instó al diálogo y al compromiso. "El país está al borde del abismo”, dijo, “y ya no puede darse el lujo de tomarse más tiempo. Ha llegado el momento de dejar de lado todas las expectativas y diferencias y embarcarse en un intento serio de sacar al país del actual impasse."
17/12/2016 13:14
24/05/2021 10:35