El orgullo de Putin: ‘Nosotros lo tenemos todo’
El discurso conclusivo de su mandato presidencial: en dos horas él prospectó un futuro de bienestar, de seguridad y de paz. El renacimiento de la dignidad y del orgullo ruso. “Nosotros no amenazamos a ninguno”. Los filmados de los nuevos sistemas defensivos y de armamentos.
Moscú (AsiaNews)- El presidente ruso Vladimir Putin tuvo ayer el tradicional discurso conclusivo de su mandato presidencial, que constituye también la principal manifestación de la campaña electoral en vista de las elecciones del 18 de marzo próximo. Esta vez la Asamblea Federal, que reúna a los representantes de las dos cámaras (la Duma y el Senado), fueron convocados por el Kremlin, en la gran sala de Manejo en la sombra del nuevo imponente monumento al príncipe Vladimir el Grande, bautizador de la Rus´de Kiev hace 1030 años hace. En primera fila entre los espectadores sobresalí la figura de la tiara del patriarca ortodoxo Kirill (Gundijaev).
Muchos observadores de preguntaban de hace días el motivo de la casi total inercia del presidente respecto a la campaña electoral, frente a la agitación de sus adversarios, entre los cuales sobresale el empresario agrícola Pavel Grudinin. El llamado “rey de la frutilla” se presenta por el partido Comunista ruso, tomando el puesto de Gennadij Ziuganov después de 20 años de ininterrumpidas candidaturas: los sondeos lo acreditan con un digno 17%, en constante crecimiento hacia el 20%. La popularidad de Putin parecería en disminución, por debajo del 70% (en 2012 llegó al 71) hasta casi tocar el 60, lo cual significará por lo tanto un debilitamiento de su autoridad.
El presidente saliente, que se presenta formalmente por la cuarta vez, mostró un general desinterés hacia la dialéctica electoral y en su discurso quiso imponer una visión del todo indiferente a los resultados de las inminentes elecciones. Presentando los resultados de su gestión, Putin indicó que el camino para “cualquiera será el que guíe el nuevo gobierno”, amigando hasta su eventual sucesor, actualmente fuera de toda real previsión. La Rusia por él reconstruida en los últimos años, según sus palabras, “agregó la estabilidad y la solidez prácticamente en todos los ámbitos de la vida” y esto rinde más bien indiferente la cuestión de la alternancia democrática, porque el resultado ya fue alcanzado: “La Rusia de hoy es una de las potencias principales, con un enorme potencial económico militar global”.
La guía indiscutida de la política rusa en el tercer milenio luego ilustró las cifras del crecimiento del país no tanto en los últimos 6 años, sino a partir del 2000, cuando inició su primer mandato presidencial. En todos los sectores, desde el trabajo a la protección de la familia, la recuperación demográfica y de la edilicia habitacional, la salud y la instrucción, la Rusia de Putin realizó enormes progresos y respetado, según el presidente, las finalidades que se había puesto. El programa sucesivo es muy simple: redoblar, triplicar, multiplicar al máximo todos los parámetros, sobre todo gracias a la revolución tecnológica.
Sin indicar ninguna medida económica concreta, ni algún plan de reforma, Putin prometió llevar al país a niveles impensables de seguridad y bienestar, basándose “en la unión y la solidaridad de la sociedad rusa y sobre todo la colosal potencial de Rusia, de nuestro pueblo creativo t lleno de talentos”. Rutas, puentes, aeropuertos, desde Crimea al Círculo Polar Ártico, donde la capacidad de navegación aumentará en 10 veces dentro de 2024: “Rusia de ser no solamente un unión crucial para los transportes y la logística planetaria, sino todavía más, subrayó, uno de los centros mundiales de custodia, elaboración, transmisión y defensa eficaz de los intercambios de bienes e informaciones”. Todo el país dentro de pocos años estará conectado con los más eficaces y rápidos sistemas de conexión internet, también en los pueblos más alejados y en las regiones más extremas.
Ni siquiera una palabra fue reservada a la oposición interna y externa, a los conflictos en curso o a las sanciones anti-rusas, sino en la categórica afirmación putiniana: “¡Rusia tiene todo los que necesita!”. La reivindicación autárquica e aislacionista resonó en la última parte del discurso (casi 3 horas), en el cual el presidente se detuvo en modo detallado sobre las cuestiones militares. Reprochando a los EEUU por su testarudez en la nueva carrera armamentística, el presidente se reprochó un solo error: la demasiada paciencia con los americanos, en el tratar de disuadirlos”.
Ahora Rusia corrigió el tiro, elaborando nuevas armas y nuevos sistemas, expuestos por Putin con triunfalistas filmados, que dieron al país dignidad e influencia en el mundo. La operación en Siria “demostró a todos las crecientes capacidades de las Fuerzas Armadas de Rusia” y ahora no hay motivo de hacerse humillar por los “socios internacionales”. “Nosotros no amenazamos a ninguno, no tenemos intención de atacar a ninguno, no queremos quitar a nadie amenazándolo con las armas, porque ya tenemos todo. Al contrario, considero necesario subrayar (es muy importante) que la renovada potencia bélica de Rusia y una segura garantía de paz para nuestro planeta… y es hora de darse cuenta de esto, de convencerse que no estamos mintiendo. Envíen a tomarse el merecido descanso a aquellos que viven en el pasado y no están en grado de mirar al futuro y continúan agitando las aguas las aguas en el cual navega la barca en la cual todos nos encontramos, aquella que llamamos Planeta Tierra”. El siglo XXI está en las manos de la Gran Rusia.
08/07/2023 18:20
