El obispo de Vinh: las prisiones y las campañas mentirosas no frenan la misión de la Iglesia
Vinh (AsiaNews)- "La Iglesia en Vietnam está tratando de hacer renacer con entusiasmo el espíritu misionero, para llevar el mensaje de cristo a cuántos no lo conocen aún. Todos sus miembros, inclusive los laicos, participan activamente en la Nueva Evangelización". Es cuanto afirma a AsiaNews, mons. Paul Nguyen Thai Hop, obispo de Vinh, objeto en los meses pasados de una campaña persecutoria del gobierno y de los medios de Hanoi. En estos días de preparación a la Navidad, el prelado quiso contar la situación de la diócesis que, en los meses pasados de septiembre y octubre, terminó en la mira de las autoridades; no obstante los allanamientos de la policía contra los fieles, los arrestos y la condena a la cárcel de dos parroquianos, la comunidad supo mantener viva la fe y participa con alegría a las funciones. El "régimen político" en los vértices del País, dice el prelado, "obstaculiza" la tarea del anuncio de la Palabra de Dios, sin embargo, "aún entre muchas dificultades" la Iglesia en Vietnam, "crece siempre más".
El 23 de octubre pasado los jueces de la Corte de Vinh, capital de la provincia de Nghe An, han condenado a Ngo Van Khoi de 53 años a 7 meses de prisión y a Nguyen van Hai de 43 años a 6 meses también. La audiencia duró unas 3 horas, durante un proceso a puertas cerradas al cual ni la familia fue advertida. El arresto de ambos dio pie a que se hicieran una serie de protestas, reprimidas con dureza por las fuerzas del orden. El mismo obispo, objeto de una campaña difamatoria, se declaró de parte de los fieles haciendo repetidos pedidos a la comunidad internacional.
En un período de extrema dificultad, mons. Paul recuerda "el gra apoyo de la Conferencia episcopal en modo concreto en solidaridad y ayuda". "Por esto-subraya- nos sentimos exhortados y estimulados a proteger con mayor fuerza la verdad y la justicia". Entre los fieles corre todavía una fuerte tensión "por las violencias y las acciones inhumanas de las autoridades", agrega, "se enojan, pero no tienen miedo". "En las situaciones difíciles, los católicos muestran siempre una fe sólida y una fuerte unidad".
A testimonio de esto, cuenta el obispo, que desde hace tiempo "todas las parroquias de la diócesis organizan vigilias de oración y misas por los que sufren y en particular, por los dos prisioneros inocentes. Esto irá adelante hasta que no sean liberados". La protesta continuará con esta finalidad. Lo afirma el prelado, el cual quiere precisar que la comunidad busca "vivir en paz2 y quiere favorecer "el perdón y la reconciliación". "El diálogo es la prioridad- advierte mons.-como cristianos no podemos recurrir a la violencia. No podemos traicionar el mensaje de Jesús. Es comprensible la reacción de algunos fieles, agrega, pero sobre todo en este período que se acerca a la Navidad "nuestros objetivos restan "el diálogo, la paz, el perdón y la caridad".
La diócesis de Vinh comprende las provincias de Nghe An, Ha Tinh y Quang Binh y está compuesta por 529 fieles, un 10% de la población total; el obispo la describe como una comunidad "fuerte, bien organizada y muy unida".
Hoy Vietnam cuenta con una población de unos 87 millones de personas, los budistas son el 48%; los católicos poco más del 7%, seguidos por los sincretistas con un 5,6 % y un 20 % que se declara ateo. Aún siendo una minoría (si bien significativa), la comunidad cristiana es activa en particular en el sector de la enseñanza, sanidad y social. Por el contrario la libertad religiosa está en constante disminución: la introducción del decreto 92 que impuso, de hecho, mayores controles y restricciones a la práctica del culto, que siempre está vinculada a los dictámenes, y directivas del gobierno y del Partido único comunista. (DS)
23/12/2015
10/02/2014