El obispo de Mindong es uno de los nuevos padres sinodales nombrados por Francisco

Una de las pocas novedades en la lista de los participantes en la segunda sesión del Sínodo - que hoy difundió el Vaticano - es el nombre de Mons. Vincenzo Zhan Silu, uno de los obispos chinos cuya excomunión fue levantada en 2018. En representación de los obispos de China continental, se unirá a Mons. Joseph Yang Yongqiang, que ya participó el año pasado. En su diócesis de Fujian se vivió la dolorosa dimisión del obispo "clandestino" mons. Guo Xijin.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- Mons. Giuseppe Yang Yongqiang - que ya participó en la primera sesión el año pasado y luego fue trasladado, de acuerdo con la Santa Sede, a la diócesis de Hangzhou, en la provincia de Zhejiang - y Mons. Vincenzo Zhan Silu, obispo de Mindong, en la provincia de Fujian, son los dos obispos de la República Popular China que participarán en la segunda sesión de la XVI Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos que se llevará a cabo en el Vaticano del 2 al 27 de octubre.

Sus nombres forman parte de la lista de 368 miembros de nombramiento pontificio del Sínodo, que se dio a conocer hoy en la conferencia de prensa que tuvo lugar en la Sala de Prensa de la Santa Sede para presentar el evento. El Card. Jean-Claude Hollerich, arzobispo de Luxemburgo y relator general del Sínodo, explicó que casi todos los obispos son los mismos que participaron en la primera sesión en octubre de 2023. Sólo hay 26 cambios - precisó el cardenal - y están relacionados con reemplazos por impedimentos que han surgido. Uno de esos casos es el obispo Zhan Silu, quien fue nombrado por el Papa Francisco en lugar de Mons. Anthony Yao Shun, obispo de Jining, que estuvo presente el año pasado. A una pregunta específica sobre los motivos de esta sustitución y la duración de la presencia de los dos obispos chinos (que abandonaron el Sínodo antes de finalizar los trabajos en octubre de 2023), el Card. Grech, secretario general del Sínodo, respondió que "la Secretaría de Estado nos ha comunicado los nombres, pero no tenemos más información al respecto".

Todo hace pensar, por tanto, que la decisión de designar a Mons. Zhan Silu en lugar de Mons. Yao Shun fue tomada por los organismos oficiales de la comunidad católica china, controlados por las autoridades de Beijing. Cabe recordar también que el obispo de Mindong, de 63 años, es uno de los ocho prelados ordenados ilícitamente cuya excomunión revocó el Papa Francisco en 2018 con motivo de la firma del acuerdo provisional entre la Santa Sede y la República Popular de China sobre el nombramiento de obispos. El efecto, había sido ordenado el 6 de enero de 2000 sin mandato del Papa en una ceremonia que tuvo lugar en Beijing. Cabe añadir que en el Sínodo sobre los jóvenes que se llevó a cabo en el Vaticano en 2018 ya había participado Mons. Giuseppe Guo Jincai, de la diócesis de Chengde, otro de los obispos a quienes el Papa había levantado la excomunión pocas semanas antes.

En relación con Mons. Zhan Silu también es importante recordar que la provincia de Fujian - una de las zonas donde la presencia católica en China es históricamente más fuerte - la aplicación del Acuerdo provisional no fue indolora para la comunidad "clandestina" local. En efecto, Mindong es la diócesis donde en octubre de 2020 Mons. Vincenzo Guo Xijin - el obispo "clandestino" que, según las intenciones de la Santa Sede, debería haber acompañado a Mons. Zhan Silu como obispo auxiliar (en la foto de arriba los dos aparecen juntos en la Misa Crismal celebrada en 2019) - renunció después de sólo dos años porque no compartía la presión sobre el clero que (como él mismo) no aceptaba registrarse en los organismos oficiales controlados del partido. Mons. Guo Xijin, que tiene ahora 66 años, se retiró a una vida de oración, y en una carta abierta se calificó a sí mismo como "torpe" y "estúpido", incapaz de adaptarse a los tiempos y al estilo "de la Iglesia en China y concretamente en nuestra diócesis".

En cuanto a las jornadas de trabajo de la Asamblea sinodal, como ya ocurrió el año pasado, estarán precedidas por un retiro espiritual que se llevará a cabo en el Vaticano los días 30 de septiembre y 1 de octubre, y concluirá con una vigilia penitencial presidida por el Papa Francisco en la basílica de San Pedro. Durante la celebración se escuchará el testimonio de tres personas que han sufrido el pecado del abuso, el pecado de la guerra y el pecado de la indiferencia ante las tragedias vinculadas a las migraciones. Seguirá un pedido de perdón pronunciado por el Papa por algunos pecados, entre ellos - además de los mencionados anteriormente - los relativos a la falta de escucha, de comunión y de participación en la vida de la Iglesia.