El oasis de la parroquia de Cho Dui, donde los últimos encuentran comida y esperanza
El “Rice Free Shop” fue fundado en el año 2012 por el p. Joseph Nguyen Van Huong en el distrito central de Ho Chi Minh City, donde la vida cuesta muchísimo. Cada día el centro garantiza una comida gratuita a centenares entre obreros, ancianos, huérfanos y pobres. Pham Thi, de setenta y dos años: “Pero no es sólo esto. Mientras estamos allí y comemos, los voluntarios están con nosotros y se interesan sobre nuestros problemas”.
Ho Chi Minh City (AsiaNews)- Un verdadero y propio oasis de esperanza en la metrópolis de Ho Chi Minh City, donde personas pobres y necesitadas, estudiantes y huérfanos pueden encontrar esperanza gracias a una comida gratis a base de arroz. Es esto el “Rice Free Shop”, centro en el año 2012 por el p. Joseph Nguyen Van Huong está dirigido por los voluntarios de la parroquia de Cho Dui. El sacerdote y los fieles han renovado su compromiso en las obras de misericordia durante una gran celebración eucarística en el centro pastoral de la ciudad el pasado 4 de abril. Unos siete mil fieles llegaron de muchas diócesis limítrofes para participar en la misa y responder al pedido del Papa Francisco, que pidió realizar acciones caritativas en favor de los últimos.
En su homilía el sacerdote celebrante, el p. Joseph Dao Nguyen Vu sj, dijo: “El Santo Padre confirmó que el pilar que sostiene a la iglesia es la Misericordia de Dios. Ella es el corazón, el aliento de la Iglesia. La compasión es un instinto humano, la misericordia es la naturaleza de Dios”.
Entrevistados a la salida de la misa, algunos fieles han definido al p. Huong, fundador del “Rice Free Shop”, un sacerdote para los pobres. Él nos ayuda sin ninguna discriminación y se ensimisma en nosotros”. Él fue por años el director del seminario mayor san José de Ho Chi Minh City, mientras era vicario de la parroquia Cho Dui.
Cada día el “Rice Free Shop”- situado cerca de la calle Ton That Túng, distrito central de Ho Chi Minh City- garantiza una comida gratuita a centenares de personas que llegan de toda la ciudad. Una anciana señora budista cuenta: “Cada día vendo billetes de la lotería para poder criar a mi nieto de ocho años. No tengo suficiente dinero para comprar arroz. Desde cuando supe que el negocio donaba arroz a los pobres, mi nieto y yo, venimos aquí todos los días”.
El centro no fue fundado sólo para dar comida, sino y sobre todo para comunicar a los olvidados de la sociedad la Misericordia de Dios. Así, cuenta el p. Pham Thi, de setenta y dos años: “mientras estamos allí y comemos los voluntarios de la parroquia están con nosotros, se interesan de nuestros problemas y nos preguntan sobre nosotros”.
“Los pobres obreros vienen a comer para sobrevivir- afirma un voluntario del comedor- porque la vida en el distrito central de Ho Chi Minh City- cuesta muchísimo. A veces están obligados a saltar las comidas porque no tienen suficiente dinero para comprar un puño de arroz o un poco de pan. Nuestro centro ayuda a centenares de obreros en estas condiciones. Vienen aquí, comen y comparten con los otros las dificultades de sus propias vidas”.
Nguyen Tuan Linh, estudiante de Ho Chi Minh City, cuenta: “Cuando vengo para comer aquí es como si fuese con mi familia. Este lugar está lleno de amor. Me sucede a menudo poder ayudar a la gente que viene aquí también para refrescarse. Estoy contento porque aquí he madurado, aprendí a amar a los otros. Espero que el p. Huong y los voluntarios tengan siempre más posibilidades económicas para desarrollar este centro”.
23/12/2015